A finales del siglo pasado y principios de este, dentro de las áreas de desarrollo de Ulysse Nardin, siempre hubo un entusiasmo que poco se puede describir, de ese que hace sonreír con cada buena idea de un equipo, así era su relojería, así como esa gran celebración a medianoche en un laboratorio cuando se logra algo que parecía imposible.
No importando horario, búsqueda de soluciones e implementación de una idea, se empezaba a hablar de un reloj en la Manufactura, de los “locos” de desarrollo. El equipo de relojeros trabajaba en la mayor secrecía, pero se sabía que hacían un reloj inimaginable. Tal era el sentimiento que el nombre de esa creación se puso fuera del cuarto de los expertos técnicos, marketing o directivos, pues todos empezaron a llamarle “Freak”, apodarle, si puedo decirle así, por considerarla una creación que seguramente sorprendería y con tanto misterio parecía de película.
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Freak y el surgimiento de un icono
Finalmente cobró vida y el equipo estaba listo para presentarlo, no necesitó de un gran banquete, una gran sala de exposiciones o un espectáculo de alta tecnología, simplemente de la pasión mostrada en el reloj en una reunión junto a la entrada de la antigua sala de exposiciones de Basel, en un restaurante, donde casi estorbaban las mesas, pues no se usaron, para descubrirlo. Un reloj que sin manecillas marcara la hora, o un reloj cuyo mecanismo indicara la hora, con un bisel especial, una forma de dar cuerda y la puesta en hora, nunca antes vistas, etcétera.
La historia la contaban el dueño de la Manufactura en aquel entonces, Rolf Schnyder, y su relojero estrella Ludwig Oechslin (quienes recobraron, luego de la crisis del cuarzo en los ochenta, el esplendor de la Manufactura que venía desde su fundación en 1823 en Le Locle). En el transcurso de una media hora el alboroto por conocerlo dentro del restaurante sin mesas y afuera del mismo fue inusitado, se conoció la invención maestra de uno de los grandes de la relojería y uno de los empresarios memorables en la misma.
Así, en Watches and Wonders 2023 el júbilo de los entusiastas de Ulysse Nardin volvió a brillar, la relojera había estado rodeada de complicaciones astronómicas y relojes geniales, complicaciones que tenían nombre y apellido, pero hubo una de ellas en ese principio de siglo que simplemente nunca se podrá olvidar, que se convierte en un reloj de alta talla de manufactura, desarrollo y presencia, que significa todo el saber técnico, industrial, relojero y artesanal que se puede tener dentro de una caja de apenas unos milímetros de diámetro.
Sí, en Watches and Wonders volvimos a ver al Freak como elemento central del pabellón de Ulysse Nardin, una magnánima escultura que se comía a todo el que entraba, pero que aún en ese tamaño la historia es mucho más grande, el sentimiento para el conocedor conmovedor y excelso. Pudimos charlar con uno de los grandes de la marca, que sabe de dónde viene el Freak, y a dónde ha llegado, y que sin duda ha garantizado ponerlo en lo más alto de la Manufactura y en la historia futura de Ulysse Nardin, hoy propiedad de uno de los principales grupos de lujo, el francés “Kering”. Así nuestro diálogo con Jean-Christophe Sabatier, Jefe de marketing y producto de la casa.
Freak es un reloj increíble en muchos sentidos
Guillermo Lira (GL): ¡El Freak, otra vez el Freak como elemento central en Ulysse Nardin!
Jean-Christophe Sabatier (JCS): Para mí, el Freak es un reloj increíble, es único y excepcional. Necesité tiempo para comprender realmente el producto. Es tan diferente, creo que esta pieza es simplemente icónica, porque es imposible falsificar el Freak, ya que su principio es único. Su movimiento gira sobre sí mismo, sobre su propio eje 360 grados. No estamos hablando de ruedas que giran. Los 95 componentes se mueven al mismo tiempo. Por supuesto, el Freak fue creado hace 20 años, pero sigo creyendo que este producto se adelanta a su tiempo. Pienso que es solo el principio de este concepto, porque muestra el futuro. Ya sabe, este es un negocio motivado por la pasión. Encuentra la pasión con los clientes, pero también con los artesanos, las personas quienes trabajan en la empresa.
GL: La parte difícil de trabajar en un icono y una pieza mecánica tan compleja es la innovación que ello implica.
JCS: Estoy de acuerdo. Es una tarea compleja. Cuando tocas un icono, debes tener cuidado. Técnicamente, es muy importante conservar la integridad del Freak. Cuando le introduces modificaciones, debe ser realmente una mejora en el concepto original. Lo que me gusta hacer es ser paciente y tomarme mi tiempo.
En el Freak One, que estamos presentando este año, tenemos el concepto del movimiento que gira sobre sí mismo, tenemos el concepto de la caja que participa en el movimiento. De esta manera, mantenemos la integridad del concepto original. En el interior del reloj, encontrará los componentes de silicio de escape, el tratamiento patentado DiamonSIL, el sistema de cuerda patentada Grinder®. Muchas innovaciones que han sido presentadas en el pasado en los productos relacionados con el Freak.
El Freak One, desde mi punto de vista, es la quinta esencia del Freak. Cuando mira el producto, puede ver que es de 44 mm. No es tan grande, aunque técnicamente está cargado de mucho contenido. Es ergonómico, fácil de llevar. Le invito a que se lo ponga en la muñeca. También le invito a que libere el bisel y ajuste la hora. También es una cuestión de sensación. Necesita sentir el producto, y el Freak es único. Es toda una experiencia usar esta pieza. Cuando tocas el icono, tienes que por lo menos intentar hacerlo perfecto.
GL: En este momento, ¿cómo está su capacidad industrial para fabricar más Freaks? Porque al principio, me acuerdo que tras el lanzamiento en Basilea, la capacidad de producir el reloj era verdaderamente limitada. El primer Freak fue realmente un reloj único.
Jean-Christophe Sabatier (JCS): Es una buena pregunta, conoce muy bien el producto. Considerando que todo se produce internamente, podemos estar limitados por nuestra capacidad. Cierto contenido técnico que encontramos en el Freak requiere muchas operaciones. Es imposible producir el escape tratado con DiamonSIL en grandes cantidades, con este tipo de tecnología.
Mientras tanto, hemos mejorado en los últimos años, hemos invertido en maquinaria y en los procesos. Este año planeamos producir 250 piezas del Freak One. Tal vez podríamos incrementar un poco este número, hasta 350 piezas al año. De todas formas, sería nuestro máximo. El producto seguirá siendo limitado.
El Freak es un producto muy exclusivo. El día de hoy, hay 5,000 coleccionistas alrededor del mundo que tienen el Freak. Es una pieza de arte contemporáneo.
GL: Esto le permite estrenar diferentes innovaciones del reloj cada año.
JCS: El Freak será cada vez más el centro de la inversión para nosotros. Tenemos tantas misiones planeadas que se relacionan con el Freak: desde los colores hasta las innovaciones técnicas en el contenido. Verá más novedades en los próximos años. El enfoque para nosotros técnicamente será sobre el reloj.
GL: ¿Entonces solo la hora y los minutos?
JCS: Agregar algo al concepto no sería la dirección que consideraríamos tomar. Mientras tanto, siempre intentaremos mantener la integridad del principio, lo cual significa que el movimiento gira sobre su eje y el reloj marca la hora.
Lo que ve, cuando mira al Freak, es tan solo el movimiento. Está adornado, pero sigue siendo el movimiento. No vemos la esfera, ni las manecillas.
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