¿Cuántas veces hemos oÃdo hablar de las piezas falsas? Peor aún, ¿a cuántos conocidos ha oÃdo decir que usan o compran relojes de imitación? En realidad es un problema mundial generado por varios factores, pero principalmente se debe a que hay un mercado compuesto de compradores sin cultura relojera, a quienes no les importa lo que representa un reloj, y no se imaginan el daño que hacen con su ejemplo a sus familias, a sus hijos y en general con el hecho de cometer un delito. Un reloj falso es falso y punto. Alguien que lo compra es un falso conocedor, es un impostor ante la sociedad.
Imagine que basándose sólo en el diseño, status, o simplemente por querer aparentar algo que no es, compra una pieza (o varias) falsa en su afán por llevar una marca en la muñeca. Eso de hecho lo convierte en un impostor social y de valores. Un comprador asà no respeta el oficio relojero, ni el gran esfuerzo que para una marca implica idear y fabricar relojes con la mejor tecnologÃa y materiales provenientes de sus laboratorios de investigación y desarrollo. ¿Piensa que no lo descubrirán? Puede ser. Pero algún dÃa un hijo o un nieto quizá herede el famoso reloj y lo pondrá en evidencia como el impostor de la familia, aquél que si compraba falso, se concluirá que asà fue su comportamiento en general.
En varios paÃses -incluido el nuestro- estas prácticas se han tenido que detener a través de la fuerza de la ley  y mediante acciones de las Manufacturas dirigidas a cuidar sus piezas en el mercado. Es decir, un reloj falso se confisca cuando llega a los talleres de servicio autorizados. Es más, si esta pieza llega a Suiza, el dueño no sólo sufrirá la pérdida del reloj, sino que seguramente será catalogado como persona non grata en un paÃs donde eminentemente se crean piezas relojeras. Asà que cuidado con lo que le regalen, no vaya a ser imitación.
Hoy en dÃa la industria cuenta con medidas muy eficientes para evitar las falsificaciones, por ejemplo: si usted quiere cambiar la carátula de un reloj porque le gustó otro color, quizá se lo hagan, pero no le regresarán la que lleva su reloj. Lo mismo pasa con las correas originales, si el reloj viene con correa difÃcilmente le darán un pulso en acero o algún metal precioso. Es asà como han evitado que anden piezas y refacciones en manos ajenas a los centros de servicio.
Hoy tenemos una industria que se ha preparado y profesionalizado en este tema, debido a que toda la cadena está involucrada en dicho problema. Imagine que es joyero-relojero y le llega a servicio una pieza de imitación muy buena, o imagine que en el servicio le dicen que su pieza es falsa y se la confiscan, o peor aún, que es robada. Este conocimiento ya existe en el paÃs, pues no se trata sólo de saber que contamos con los mejores puntos de distribución y servicio, sino de la certeza de que tienen grandes conocimientos de cada marca que venden.
El consejo al comprar un reloj: siempre verifique su caja, nunca olvide sellar la garantÃa, pues tener su reloj sin este sello es como si no lo tuviera y más se le dificultará venderlo o reclamar la garantÃa. Al saber comprar un reloj, también está contribuyendo a que en el mercado se aprecien los relojes originales. De modo que le recomendamos evitar problemas y seguir las buenas prácticas, pues las malas seguramente se le revertirán y afectarán a su honor o forma de vida. Lo falso es ilegal, y lo es hasta⦠¡en los billetes o monedas! Un reloj falso es como ver en cada hora y cada segundo un acto que no debió cometer.
-Ch.Ch.