WW-OTOÑO 2012. Los que compartimos el mundo de la industria relojera, así como la adhesión de los clientes, aficionados y coleccionistas, constituimos la fuerza generadora de un negocio que cuida lo artesanal y lleva al talento humano a cultivar la disciplina de medir los segundos, minutos, horas, días, meses y años, a través de artefactos que se convierten en creaciones artísticas resultado del desarrollo y diseño, ensamble y avances de complicaciones y materiales, es decir, en productos que siempre medirán el tiempo con el anhelo de ser exactos y seductores para quien busca los valores de la alta relojería.
Es por ello que este producto merece espacios de alta calidad y de gran exposición al mundo. Es el caso de las mejores relojerías del orbe (varias de ellas ubicadas en nuestro país), que realizan inversiones importantes a fin de ofrecer un ambiente especial para piezas excepcionales, mostrando en las vitrinas cada ejemplar según sus valores y constantes de marca, pero siempre exhibiéndolos de manera especial.
Dedicación total
Así es también la labor de la letra impresa en Watches World, que hoy produce una publicación de alta calidad con papel, filtros e innovaciones que nos conceden casi “tocar” los relojes, escucharlos y hasta vivirlos de forma diferente. Nos hemos convertido en ese lugar especial gracias a una gran inversión que nos apoya, que nos permite ser una vitrina para cada pieza, ya que la misma dedicación que una relojería deposita en sus escaparates, nosotros la ponemos en cada una de nuestras páginas. Esa labor, que llega hasta lo artesanal en cuanto a revisión de textos, letras, tintas y papeles, y es exhaustiva hasta en la última coma o el más exigente detalle de impresión, es la que hoy también seduce al que escribe para dedicarse a este proyecto por completo y colaborar con todo el equipo que forma la revista. Quienes conocen la historia de Watches World también saben que se gesta por herencia, pasión y familia, tres constantes de las mejores casas relojeras del mundo que hoy tratamos de hacer vivir en nuestras páginas.
Nuestra meta es crear un lugar especial para la relojería, para así poder disfrutar de los mejores relojes como en ningún otro medio impreso. Nuestra distribución sigue creciendo y este mes, nos dan la bienvenida los huéspedes de los hoteles del Grupo Habita. Hoy reafirmamos nuestro compromiso de servir a nuestra industria, dedicarnos a nuestros clientes y ofrecer la mejor experiencia impresa a nuestros lectores. Seguiremos con las “complicaciones” de imprenta para cada día sorprenderlos más, al igual que lo hacen los relojes que cada año descubrimos.
-Guillermo Lira-