Entre dos personajes por demás importantes para sus industrias surgió un histórico modelo inspirado en la aviación y la practicidad, enfocado para ser el compañero del hombre en su andar por la tierra y convertirse en un símbolo reconocible de buen gusto y sofisticación.
Nos referimos al Santos de Cartier, que el año pasado recibiera un facelift que lo encara a una nueva era de fiabilidad y estética, pero que respeta su leyenda y hoy más que nunca le rinde homenaje.
La historia del Santos de Cartier
Alberto Santos Dumont acudió al restaurante Maxim´s de París, en donde se habría quejado por vez primera del reloj que portaba con Louis Cartier, amigo suyo. Su instrumento de precisión era de bolsillo, y liberarlo de este sitio demandaba tiempo y atención vitales para la práctica de aviador. En ese tiempo ya existían los relojes de pulso, pero eran portados por mujeres, no había tampoco un reloj para aviador, por lo que Louis puso manos a la obra y surgió este clásico. El reloj original destinado a Alberto Santos Dumont lucía una construcción en caja de oro amarillo con correa de piel de becerro color café, lastimosamente se ha perdido en la historia.
Años más tarde surgiría el primer reloj Santos en ser producido en acero, 1924. La producción de estos relojes se popularizó e inició la venta a gran escala gracias a la cooperación de Edmond Jaeger y sus calibres. No obstante los requerimientos de la milicia durante la Segunda Guerra Mundial hicieron freno a la solicitud de relojes cuadrados, solicitando más piezas de construcción redonda para la caja.
Santos-Dumont
El histórico reloj se presenta de manera prácticamente idéntica al original de 1904, por lo que la sobriedad y la elegancia son sus sellos característicos. Su caja de oro, oro y acero u oro, junto con sus tornillos visibles se ofrecen como resguardo de una carátula presentada con números romanos. Mientras que la corona perlada dotada de un cabujón azul preserva el patrimonio de este clásico relojero.
La Torre Eiffel: da inspiración directa a esta pieza que ofrece simetría absoluta, un símbolo de la revolución del diseño a principios del año pasado. Mientras que el refinamiento le viene de la sencillez y la contemporaneidad del estilo.
Calibre
En esta ocasión Cartier ha dotado a esta colección de un movimiento de cuarzo de gran autonomía, básicamente el doble de un motor similar. Su garantía energética es de 6 años, gracias a la adición de una pila más poderosa y a una modificación en las dimensiones del movimiento para mejorar la eficiencia.
Disponible en talla pequeña y grande, se abraza al pulso mediante correas de piel de cocodrilo disponibles de acuerdo a la configuración seleccionada para la caja.