Unos lentes oscuros, una camisa blanca y una corbata negra si se es piloto comercial, o unos guantes, chamarra con forro de borrega/salea, si se es piloto privado o aficionado, pero ¿no cree que en la ecuación anterior hace falta un elemento? Sí, uno muy importante, que ayudará a determinar la posición en la cual nos encontramos si los instrumentos de a bordo fallan, y que además goza de legitimidad total en el «ajuar» de cualquier piloto que se respete: el reloj.
La historia cuenta que fue inspirado en ellos, los pilotos, y que los instrumentos de precisión llamados reloj de bolsillo se mudaron a la muñeca con el fin de funcionar de manera más práctica durante las horas de vuelo, y además también se dice que los segundos horarios nacen a partir de esto, y que los índices amplios y romanos, las agujas generosas y las cajas de grandes dimensiones se desarrollaron para ellos, y luego se convirtieron en moda.
Así pues, Alpina goza de legitimidad total en cuanto a rendir homenajes a dicha historia, y recuperando las estéticas anteriormente mencionadas cuenta con un flamante instrumento para conquistar a los pilotos en este año que comienza: Alpina Startimer Pilot Chronograph Big Date.
Hablamos de un mecanismo de cronógrafo AL-372 con visibilidad extraordinaria gracias a su carátula negra y contadores en plateado, además de sus generosas proporciones para la caja –de 44 mm– construida en acero cepillado, brindando con él un efecto vintage que encantará a los aficionados y entusiastas a la aviación.
Asimismo, el Startimer Pilot Big Date elimina el módulo de crono para animarse del calibre suizo de alta precisión AL-280. Ambos aparatos están garantizados herméticamente hasta los 100 metros de profundidad, y se abrazan a la muñeca mediante una correa de textil de alta resistencia.