Tissot Tradition Perpetual Calendar echa por tierra los comentarios de que una complicación de “este tamaño” está fuera del alcance.
Si bien el mecanismo está regulado por cuarzo, la ejecución y maestría con la que Tissot logró diseñar una pieza que burla –literalmente– el paso de los años bisiestos es digna de aplauso.
¿Qué es un calendario perpetuo?
Un reloj con calendario perpetuo no sólo cumple con su funcionalidad cada 29 de febrero según el ciclo de año bisiesto. Si tienes un reloj con fechador simple, sabes que llegado el 30 o 31 deberás corregir, a fin de hacer coincidir con el mes en cuestión y sus 28, 29, 30 o 31 días. Lo mismo sucede con un day-date: deberás ajustar día de la semana y fecha. Con un calendario anual, el ajuste se reduce significativamente a una acción por año, con objeto de corregir en febrero según sea año bisiesto o no.
¿Cómo funciona?
En un reloj mecánico tradicional esta diferencia se ejecuta mediante un sistema de discos con un número de dientes determinado y levas que actúan acoplando y desacoplando según sea el mes, todo esto llevado a la miniaturización. En un quartz requiere de un sistema inteligente que actúe en el posicionamiento del tren de engranaje y determine si el mes tiene 28, 29, 30 o 31 días; si es lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado o domingo; qué mes corresponde en el año y demás.
Tissot Tradition Perpetual Calendar
Su propuesta es magnífica, logró desarrollar una carátula de indicaciones por demás balanceada echando mano de un sistema retrógrado para el día de la semana y el mes del año; mientras que el fechador –también retrógrado– se apunta por aguja mediante una graduación de días que va de las 9 a las 3 horas, al tiempo que horas y minutos parten del centro y el pequeño segundero está propuesto a las 6 horas. Los ajustes de cada una de las funciones se ejecutan desde la corona y a partir de los correctores posicionados en el canto d la caja.