De una marca de lujo con la sensibilidad y el buen gusto de Bulgari solo se pueden esperar grandes ideas para obsequiar en el Día de San Valentín de 2024. Por esta razón, la marca ha lanzado una campaña digital especialmente creada para este 14 de febrero.
En varias imágenes, aparece una cinta de color naranja. Este elemento recuerda las doradas puestas de sol romanas. La cinta se despliega en una alegre danza a través de las icónicas creaciones de Bulgari y susurra pequeños mensajes de afecto. En otras imágenes hay dos manos que encarnan un sentido de conexión e intimidad que va más allá de las palabras.
El lenguaje del amor
Claro, los grandes protagonistas de esta campaña son los maravillosos artículos creados por la Casa italiana. Los relojes Bulgari Bulgari siguen trascendiendo el tiempo y marcando tendencias con su atrevido clasicismo. Por su parte, Bulgari Aluminium destaca por su combinación de diseño italiano y frescura inesperada. Además, el estilo característico y la destreza mecánica de los relojes Octo y el encanto cautivador de los relojes Serpenti elevan el arte de regalar.
En cuanto a la joyería, los refinados collares Divas’ Dream de oro rosa celebran el amor con sus icónicos colgantes. Estos han sido artísticamente engastados con inserciones de cornalina y madreperla. Arraigada en la herencia romana de Bulgari, la firma estética de la colección está adornada con pavé de diamantes, en una oda a la elegancia sutil y atemporal.
Además, los esenciales pero distintivos brazaletes B.zero1 son una significativa declaración de amor para este Día de San Valentín., Lo mismo puede decirse de los icónicos anillos y las fascinantes creaciones de joyería Serpenti.
Otra estrella de la campaña es el tote vertical Serpentine, con su mezcla única de diseño contemporáneo y detalles icónicos. Confeccionado en suave pero resistente piel de becerro Metropolitan Ivory Opal, su cuerpo estructurado está rematado por dos asas metálicas en forma de cuerpo de serpiente. Éstas se inspiran en las creaciones joyeras de Bulgari de la década de 1960.
Queda claro que, para Bulgari, el lenguaje del amor es natural y sencillo, no presuntuoso pero impactante, significativo en todas sus formas.