El Golden Bridge Tourbillon Panoramique Rouge luce un tourbillon volante peculiar, ya que no tiene ningún tipo de sujeción por encima, algo que solo CORUM podría realizar.
La historia cuenta que los relojeros, campesinos que abandonaban el campo para trabajar en sus bancos de relojería con la llegada del invierno, se inspiraron en la delicada perfección de los copos de nieve para realizar ruedas dentadas y engranajes. Con el modelo Golden Bridge Tourbillon Panoramique, la realidad jamás ha estado más cerca de la leyenda. Finamente esqueletizados, los componentes del nuevo movimiento baguette de manufactura parecen articularse motivados por su única voluntad de presentar un espectáculo sin igual. Flotando en una caja tonel replanteada, coronada con un tourbillon volante que acentúa aún más el efecto de la ingravidez, este calibre CO100 de cuerda manual sólo revela sus secretos tras una contemplación minuciosa: la platina y los puentes son de cristal de zafiro, un armazón rojo transparente, pulido a mano, que ofrece una visión de 360°.
El movimiento baguette, emblemático de la marca CORUM y de su colección Bridges, es una obra maestra del dominio relojero. El Calibre CO100 que palpita con una frecuencia de 21,600 alternancias por hora y dispone de una reserva de marcha de 90 horas, está equipado de un tourbillon muy particular. Este majestuoso mecanismo, inventado en 1801 para compensar los nefastos efectos de la gravedad terrestre sobre el órgano regulador es, y seguirá siendo, una de las complicaciones de la alta relojería más difíciles de realizar. El palpitante corazón del reloj –volante-espiral, áncora y la rueda de escape–, un extraordinario y sutil invento mecánico en sí mismo, están colocados en una jaula que gira sobre sí misma.
Como CORUM no se detiene ante ninguna dificultad, aquí ha optado por un tourbillon volante, es decir, que no tiene ningún tipo de sujeción por encima. El dispositivo completo, que incluye una llave CORUM finamente cincelada, está sujetado por su base a la platina de zafiro. El resultado presenta una ligereza y un equilibrio desconcertante, como un trompo que gira en cámara lenta sin tambalear jamás.
La mecánica aérea del calibre CO100 presenta “dientes de lobo” en algunos rodajes, –una garantía de tradición y calidad– y además está dotado de un sistema de puesta en hora reconocido como uno de los más pequeños del mercado. En cuanto a los tornillos, éstos están directamente anclados a las distintas piezas de cristal zafiro rojo, meticulosamente pulidas a mano –una labor exigente debido a la delicadeza del zafiro– para un ajuste perfecto. El conjunto se alberga en una caja de forma tonel, característica de la colección CORUM Bridges.
Hermético hasta 30 metros, el Golden Bridge Panoramique se propone en caja de oro rosa de 18 quilates con correa de piel de cocodrilo roja con una hebilla de hebijón de oro rosa de 18 quilates y grabada con el logotipo CORUM.