Es mediante la colección Premier Feathers como Harry Winston ofrece una apasionada visión de la unión relojería-plumajería. Y es que en una pluma, las horas vuelan y el tiempo se confunde con la noche infinita…
Esta colección –hoy considerada como icónica–, se enaltece una vez más gracias al virtuosismo de Nelly Saunier, maestra en el arte de la plumajería quien posee un saber hacer magistral y delicado para someter las plumas a su voluntad de creación. Un arte sumamente frágil e inaudito, ya que en la actualidad muy pocas personas perpetúan esta técnica de ornamentación ancestral.
Cada uno de los tres nuevos modelos manufacturados en edición limitada presenta una marquetería realizada con las plumas de una especie de ave, autorizada y criada especialmente para la práctica del arte de la plumajería. Además de requerir una destreza confirmada, una excelente percepción de los volúmenes y sobre todo de los colores, cada esfera creada con esta técnica compone un fresco nocturno en distintas tonalidades de azul, turquesa o zafiro, realzado con una pizca de blanco inmaculado o con un matiz púrpura profundo.
Estos cuadros maravillosos destacan en una caja de oro blanco de 18 quilates de 36 mm de diámetro, engastada con 66 diamantes talla brillante, que se ciñe agradablemente a la muñeca para ser llevados de manera sensual; además, los tres arcos recuerdan la bóveda neoclásica que domina la célebre fachada del salón Harry Winston de Nueva York. La corona, igualmente engastada con un diamante, aporta una nota preciosa y refinada.
Este reloj equipado con un movimiento de cuarzo se propone con un brazalete de satén cuyo matiz principal hace juego con la tonalidad principal de la esfera. Realizado según los principios de excelencia de Harry Winston, revela la pasión relojera de la Maison y de su búsqueda de la belleza en universos inauditos y algunas veces hasta desconocidos.