Feminidad y exclusividad, las dos características que definieron la obra creativa de Gabrielle Chanel, igualmente dan vida a esta colección relojera que tiene un significado muy particular. Mademoiselle Privé, dos palabras llenas de misterio que aparecían en la puerta del taller de la cariñosamente llamada Coco, en la Rue Cambon en París.
Lejos de las miradas, la magia de la creación opera dentro de este estuche lleno de savoir faire… Como una fórmula mágica, Mademoiselle Privé abre las puertas del mundo secreto imaginario de Chanel, rico en símbolos y decorados con encanto.
Este año la colección se ha visto enriquecida con nuevos modelos, como el Coromandel, donde el trabajo en la carátula es simplemente espectacular. Esta pieza única manufacturada en Suiza tiene una caja en oro blanco de 18 quilates, engaste nieve con 571 diamantes (4.13 quilates).
La miniatura fue grabada y esculpida a mano sobre la carátula en oro amarillo de 18 quilates y realizada en esmalte Grand Feu según la técnica de Ginebra y follaje en oro de 24 quilates.
Las agujas fueron elaboradas en oro blanco de 18 quilates y su cristal de zafiro cuenta con tratamiento antirreflejos.
La corona en oro blanco de 18 quilates luce un engaste nieve con 51 diamantes.
Mademoiselle Privé Coromandel
Movimiento: mecánico de carga automática
Fondo: grabado a mano en oro blanco de 18 quilates
Correa: de aligátor Missipiensis negra/Cierre desplegable en oro blanco de 18 quilates engastado con 80 diamantes talla brillante (0.4 quilates).
Reserva de marcha: 42 horas
Funciones: horas y minutos
Hermeticidad: 30 metros.