Nacido en Pittsburgh un 6 de agosto de 1928, neoyorquino de «profesión», y revolucionario de oficio, Andrew Warhola no solo modificaría la manera de apreciar el arte, sino la definición misma del artista.
De estilo único-propio, su visión de la vida y del arte detonarían la corriente del pop art, centrándose en el movimiento cultural popular del siglo XX, y es que el ser humano es fuente de obras plásticas de acuerdo a quien observe, juzgue y aprecie.
Tras el Grupo Independiente del Reino Unido, que desafiaba la visión modernista de la cultura mediante la perspectiva tradicional de las bellas artes, Andy Warhol se sumó en la década de los 60 junto con Roy Lichtenstein y Tom Wesselmann a fin de definir al arte como el estilo de vida en la obra de un ser humano común.
Sus obras responden a una frase tan polémica como cierta: «En el futuro todo el mundo será famoso durante 15 minutos». Y quizá estemos viviendo su predicción gracias a la tecnología y conectividad, pero algo es cierto: un objeto funcional se aprecia por la perfección con la que está diseñado, y la vida futura que tiene y representa.
Así la escritura, que jamás será dejada a un lado, la palabra escrita y la caligrafía, que es tan única como descriptiva de la personalidad de cada uno de nosotros, los humanos.
Montblanc rinde un homenaje al legado de Andy con una colección de instrumentos de escritura que comprenden un bolígrafo, un roller-ball, y una pluma fuente, la cual cuenta con una puntilla grabada con el símbolo de dólares, mostrando la preocupación de la cultura estadounidense por el dinero. Asimismo, la leyenda «Art is what you can get away with», forma parte de este bolígrafo construido en cuerpo de resina preciosa azul, y destacado con una placa grabada con la famosa obra de la sopa Campbell´s del estadounidense.
Finalmente, limitada a 1928 ejemplares, una estilográfica se diferencía del resto gracias a su cuerpo destacado en flores con respecto a la obra vibrante del artista, que además exhibe la frase «You need to let the little things that would ordinarily bore you suddenly thrill you» de Warhola.
