Como parte de su ya icónica colección Fifty Fathoms Bathyscaphe, Blancpain combina todos los atributos que buscan los amantes del buceo y la alta relojería lanzando nuevas versiones, disponibles en Peyrelongue.
Cuando Blancpain creó Fifty Fathoms en 1953, el primer reloj de buceo del mundo, su objetivo central era satisfacer las necesidades de los buzos que solían colocarse en condiciones que podíasn costarles la vida dirante sus inmersiones, así que la firma suiza quiso dotarlo de una herramienta auxiliar que fuera precisa y sobre todo, útil.
De ahí que el primer Fifty Fathoms tuviera dimensiones de entre 41 y 42 mm en contraste con los 30 o 32 mm que eran las dimensiones usuales en aquella época. A partir de entonces se crearon numerosas versiones, todas manteniendo el buceo profesional como eje rector de sus características.
No fue sino hasta 1956 cuando el director de la firma suiza, Jean-Jacques Fiechter, decidió incorporar más tamaños del Fifty Fathoms que, además de conservar las características que lo habían convertido en un instrumento prácticamente indispensable para los amantes del buceo, respondiera a los deseos de los amantes de los relojes.
Es así que, poco tiempo después, vería la luz un guardatiempos con las mismas características de precisión y utilidad en el ámbito del buceo, pero con una nueva medida de que se adecuaba más al uso cotidiano. Paradójicamente recibió el nombre de Bathyscaphe, evocando un buceo más extremo aún que el que inspiró a su predecesor y, sin embargo, este modelo estaba pensado para funcionar con precisión y gracia en el día a día de sus poseedores.
Tres nuevos modelos de Fifty Fathoms Bathyscaphe
Casi 60 años –y multiples versiones lanzadas después– Blancpain revela el lanzamiento de tres piezas nuevas que se se suman a su ya amplísimo catálogo conservando siempre su vocación subacuática con su bisel giratorio unidireccional y hermetismo garantizado hasta 30 bares. La creatividad de la firma suiza parece inagotable cuando de integrar colores y funciones se refiere.
Si bien el estilo deportivo que siempre ha distinguido a los Bathyscaphe de cerámica negra permanece inalterable, las innovaciones de los lanzamientos de este año le otorgan distinciones que los hacen únicos, esencialmente iguales, pero siempre diferentes. La carátula se ofrece ahora tanto en un verde profundísimo como en azul intenso, ambas cuentan con acabados rayo de sol, y recuerdan las tonalidades que adquiere el agua a grandes profundidades.
Estos dos modelos ostentan tres manecillas y fecha, y están impulsados por sendos calibres de alto rendimiento 1315 que cuenta con una masa oscilante de oro de 18 quilates con revestimiento NAC y cuenta con tres barriletes montados en serie –lo que garantiza una reserva de marcha de cinco días.
Mientras que, el tercer lanzamiento, un cronógrafo flyback, cuenta con un calibre F385 que integra un delicado sistema de rueda de pilares con embrague vertical y posee una reserva de marcha de 50 horas. Ambos movimientos son visibles a través de un fondo de cristal de zafiro que muestra su impecable construcción.
Al momento de abrazar la muñeca, Blancpain se lo toma en serio, por eso integra el brazalete de cerámica negra que le tomo más de tres años de desarrollo para idear un ingenioso sistema de eslabones ensamblados con clavijas en forma de leva para evitar, por una parte, el roce entre ellos y por otra, que queden tan apretados que lleguen a romperse.
Adicionalmente se ofrecen correas en tela de vela y NATO lo que hace a la colección eminentemente diversa, elegante y deportiva, dos cualidades que siempre han acompañado a esta colección.
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