Ir muy rápido, coordinar cada elemento inherente a una competencia de velocidad, jamás perder la concentración y, al final, una victoria, así se describe lo conseguido por Sebastien Ogier, Embajador de TAG Heuer, quien volvió a poner en alto el mote de la Swiss Avant Garde este fin de semana: #DontCrackUnderPressure.
Luego de haber sido campeón por segunda vez consecutiva con el Polo WRC, la nueva campaña dio la bandera de salida en uno de los rallies más complicados y emblemáticos de este tipo de competencia, el de Montecarlo, que se llevó a cabo durante cuatro extenuantes y apasionantes días.
Ogier no perdió la brújula y, a pesar de que Sebastien Loeb se alzara con las primeras victorias de la competencia en su DS3, logró mantenerse en excelente posición, reducir la ventaja del –también– piloto francés y colocarse puntero luego de una avería en la suspensión del Citroën rival. Así pues, Ogier fue el más rápido del equipo Volkswagen, ganándole la partida a Jari-Matti Latvala.
Felicitamos a Sebastien por el gran esfuerzo, no cabe duda que su talento es bárbaro, pero también sus nervios de acero para venir de atrás y llevarse la primera victoria del Campeonato, uno que le pertenece y que seguramente le mirará brindar maravillosas actuaciones. Próxima parada, el Rally de Suecia a correrse a partir del 05 de febrero.
Finalmente, Ogier utilizó un cronógrafo Carrrera Calibre 1887 y unas gafas de Sol Reflex, los cuales fungieron como amuleto para la victoria del francés.