Si bien el golf cuenta con un enorme número de adeptos en nuestro país, el nivel de profesionalización ha dado pocos golfistas capaces de ponerse sobre los hombros la responsabilidad mediática que se adhiere a cada deportista de alto rendimiento.
Carlos Ortiz es joven, tiene –apenas– 25, lo que indica que su talento requiere de maduración, así Rolex confía en él para apoyar con su potencia y patrocinio a emprender el reto de sumarse a los golfistas de élite internacional.
La conexión de la firma ginebrina con el golf es máxima, es por ello que en su primer año de asociación con el OHL Classic de Mayakoba, adelantamos que fijará bases sólidas para desarrollar más y mejor la relación con una futura estrella del golf profesional, que luce en su pulso un cronógrafo Daytona de acero inoxidable.
Carlos es oriundo de Guadalajara, nació el 24 de abril de 1991 y se aficionó por el deporte gracias a su padre. Completó su entrenamiento en el Guadalajara CC, del que también surgiera la golfista mexicana Lorena Ochoa. Al conocer de su talento, la Universidad de North Texas en los Estados Unidos lo llamó para profesionalizarlo.
Como aficionado representó a la Federación Mexicana de Golf en muchos torneos importantes, y en 2013 consiguió la tarjeta del Web.com Tour en la Escuela Clasificatoria de ese año. De esa forma, pudo jugar su primera temporada en el Web.com Tour en donde rompió récords conquistando tres torneos en su temporada de novato. El Panama Claro Championship, El Bosque Mexico Championship y el WinCo Foods Portland Open le permitieron quedar como N° 2 en la Lista de Ganancias del circuito, posición que le otorgó la tarjeta del PGA TOUR para la temporada 2014/2015 y fue nombrado jugador del año del Web.com Tour en 2014, siendo el primer golfista latinoamericano en hacerse con esta distinción. El año pasado celebró su mejor participación en el OHL Classic de Mayakoba con un noveno sitio, por lo que este 2016 buscará escalar esa posición y colocarse más cerca de la punta.