En una fecha que nos une como familia y nos recuerda los valores entregados por nuestros seres queridos, pero que también en el sentido de la religión, para quien es creyente, representa un tiempo de celebración, Swarovski se compromete con cada uno de los sitios en donde cuenta con representación oficial, adornando los paisajes de sus territorios a partir de un arbolito lleno de brillo y luces de esperanza.
La Navidad Swarovski
Para Swarovski, fundada en 1895 por Daniel Swarovski, representa una tradición que data de 1998, año en el que la casa austriaca de tallado de cristales y bisutería, decidió presentar su primer árbol en el mercado navideño Christkindlimarkt, celebrado en Zurich. Desde ese momento, el tradicional encendido de los árboles Swarovski, da brillo a la temporada en diferentes sitios del mundo, de entre los que destacan la enorme estrella que corona al legendario árbol Rockefeller Center de Nueva York, asociación anual desde el 2004, y el árbol de Navidad de Berlín plantado en 2006.
Asimismo, nos complace en anunciar que –nuevamente- Swarovski forma parte de la Navidad en el rumbo de Polanco, situado en la Plaza Moliere 222 (El Palacio de Hierro). El árbol de este año mide 21.5 metros de altura, cifra que lo coloca como el más alto de Swarovski para Latinoamérica, mientras que exhibe el brillo de 15,896 ornamentos de cristal. Así pues Gregorio Jiménez, Director General de Swarovski México, se dirigió a la selecta lista de invitados: “Quiero agradecer su presencia a todos los asistentes de esta noche, y especialmente a la organización de El Palacio de Hierro por su colaboración en este proyecto que se ha convertido en un ícono de la Navidad, sinónimo de alegría, paz y amor. Hoy por la noche estamos apoyando a la niñez mexicana, y es un honor para nosotros formar parte de este gran proyecto navideño, muchas gracias».
Destacamos también la presencia de las amigas de la marca, quienes se han convertido en «infaltables» a los eventos de Swarovski en México: Melissa López, Fei, Angie Taddei, Celina del Villar y Lety Sahagún, quien se encargó de llevar la conducción del evento ¡Enhorabuena!
La historia del árbol de Navidad
Desde hace más de 400 años, el tradicional arbolito forma parte de esta temporada de ilusión alrededor del mundo, y al ser un elemento decorativo puede utilizarse una conífera de hoja perenne como el abeto o el pino.
Puntualmente para México, la mayoría de los hogares cuentan con un pino iluminado y decorado que exhibe la visión particular de cada familia con respecto a la Navidad.
Asimismo, la historia cuenta que cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando el arbolito en la fecha próxima a la Navidad cristiana, mismo que simboliza al árbol del Universo conocido como Yggdrasil, en cuya copa se situaba Asgard (morada de Dioses) y Valhalla (palacio de Odín), e igualmente el Helheim (reino de los muertos), tras la evangelización de estos pueblos se tomó el árbol para celebrar el nacimiento de Cristo, pero con diferente significado.
Supuestamente San Bonifacio, evangelizador de Alemania cortó un árbol que representaba al Yggdrasil y en su lugar plantó un pino, le adornó con manzanas y velas en representación al pecado original y la luz de Cristo respectivamente, dándole el significado del amor de Dios, siendo las esferas la manzana y las luces, las velas en la actualidad, posteriormente se colocaron regalos para los niños enviados de San Nicolás, los Reyes Magos y según la leyenda del territorio.