Un mundo globalizado, una cita en París, tomar el tren a Ginebra en la misma fecha y, por la noche, un vuelo a Shanghái para cerrar un importante acuerdo de negocios. El mundo y la tecnología han acortado las distancias del planeta y han hecho del tiempo un aliado, o quizá el enemigo a vencer de cara al encuentro con la eficiencia máxima.
Este es el mismo espíritu que inspiró a los relojeros de Bvlgari a fin de desarrollar –primeramente– un calibre (BVL191 decoración perlage y Côtes de Genève) que posibilitara la visibilidad perfecta, simplificada y ágil de husos horarios simultáneos: hora local (viaje apuntada por una flecha) y hora base (casa de forma permanente), indicación de 24 husos horarios mediante un selector de ciudades, información AM/PM de la hora local y división de verano e invierno. Este motor cuenta con remonte automático y latirá a una frecuencia de 4 Hz durante 48 horas de manera ininterrumpida.
LECTURA SIMPLIFICADA
Inspirada en las ventanillas de los aviones, tres manecillas tipo dauphine parten del centro, siendo la hora base la principal, en comunión con los minutos. La apertura situada en punto de las 12 h, nos indica la ciudad en la que vivimos, mientras que la estación del año y el momento del día son visibles mediante un par de aperturas a la altura de las 9 y las 3 horas respectivamente. Finalmente la hora local y la ciudad local son exhibidas por una aguja –calada– secundaria y una apertura en punto de las 6 horas. Lo más destacado de la pieza es la sincronización del movimiento, gestionado a partir de un pulsador situado a las 4 horas.
Un par de referencias fueron propuestas por Bvlgari, ambas desarrolladas en caja –de 45 mm– de oro rosa de 18 quilates, cristal de zafiro por ambos lados y abrazada a la muñeca por una correa de piel de cocodrilo color negro, si la carátula es plateada satinada, y en color marrón si el dial se presenta negro laqueado.
Una vez más, Bvlgari vence los obstáculos para desarrollar una pieza altamente versátil, fácil de manipular y el mejor aliado del viajero frecuente, que no puede perder el tiempo mediante correctores y relojes cuya visibilidad esté comprometida.
¿Hora DOMVS? Proviene del latín, y significa hora de inicio.