Hace un año que conocíamos la nueva línea horológica de nuestros amigos de MB&F y, en realidad, muchos de nosotros, particularmente quien escribe, se mostró sorprendido por la elegancia y complejidad de la nueva máquina llamada Legacy Machine, que como respuesta a su nombre, se trasladaba al pasado para ofrecernos lo que «Max» y sus amigos hubieran desarrollado hace una centena de años de acuerdo a su concepto relojero.
Bueno, unas semanas atrás conocíamos la noticia de presentación por parte de la marca de lo que sería la continuación / segunda máquina de esta generación, el seguimiento a un legado y patrimonio mecánico que además había demostrado ser capaz de admirar no solo a éste, sino a otros tantos periodistas especializados con mucho más experiencia que un servidor, al grado tal que resultara triunfador en dos categorías durante la entrega de los reconocimientos del prestigioso Grand Prix d’Horlogerie de Genève: reloj para hombre y premio otorgado por el público coleccionista.
El día de hoy Maximilian, junto con Jean-François Mojon y Kari Voutilainen, habrían de viajar unos 250 años atrás, justo cuando la relojería gozaba de talento relojero puro y cada desarrollo resultaba en invención. Inspirándose en tres de las mentes relojeras más sobresalientes de la historia, Abraham Louis Breguet, Ferdinand Berthoud y Antide Janvier, nuestros «tres amigos mosqueteros», han desarrollado un movimiento que recupera un punto en común de conexión entre la trilogía de relojeros anteriormente citada: doble órgano regulador.
Un movimiento, dos escapes –totalmente independientes– dos ruedas de balance suspendidas al estilo «Legacy», un diferencial que controla la energía destinada a animar un único tren de ruedas. ¿Complicado verdad?, lo es, pero también consiste en un homenaje a la más alta relojería, que además es funcional. Trasladémonos al automóvil para entender la complejidad del mecanismo. Diferencial es una palabra comúnmente empleada en el mundo del motor. Dicho sistema regula la energía y la distribuye en partes iguales o distintas, pero siempre complementarias, lo que a la relojería equivale a la «resonancia» del reloj.
El movimiento de Legacy Machine No. 2 fue desarrollado conforme a las especificaciones de MB&F por el reconocido Jean-François Mojon (Mejor relojero en el Grand Prix d’Horlogerie de Genève 2010) y el equipo de Chronode. El aclamado relojero independiente Kari Voutilainen se aseguró de que el estilo estético del movimiento fuera consistente con la alta calidad de los relojes tradicionales del siglo XIX y le dio un acabado a mano superlativo.
Disponible en tres versiones: oro rojo u oro blanco de 18 quilates y una limitada a 18 piezas de platino 950 con carátula azul, el legado de MB&F recibe con los brazos abiertos una nueva creación que busca trasladarnos al pasado para continuar apreciando el impresionante logro técnico hacia el futuro.