El compromiso de Cartier con los oficios artísticos es innegable. Ha impulsado su promoción y su transmisión a través de la Maison des Métiers d’Art, el Institut Cartier Joaillerie y la integración en sus talleres de uno de los últimos maestros glípticos en 2010. La glíptica es el arte de grabar y esculpir piedras duras y materiales nobles.
El resultado de este exhaustivo trabajo ha regalado al mundo de la relojería piezas excepcionales que componen la colección Métiers D’Art de Cartier, creaciones que esperamos ansiosos cada año y que se presentan en Watches and Wonders.
Cartier Crash Tigrée-Métamorphoses
La primera pieza que nos presenta Cartier, evoca al famoso reloj Cartier Crash creado en 1967. Recordemos que, con su carátula asimétrica, revolucionó los códigos estéticos de la relojería. Este año, los artesanos de la Maison des Métiers d’Art decidieron explotar el potencial de su singular carátula, convirtiéndola en el medio de expresión de los oficios artísticos de Cartier. El reto creativo era ambicioso, debían repartir el volumen de este reloj singular para aprovechar el carácter orgánico y agitado de sus líneas, así como evocar una presencia animal, inspirada en la fauna africana. El resultado es tan rico que inspira múltiples interpretaciones: tigre, cocodrilo, agua o concha… los diamantes parecen invadir progresivamente todo el reloj.
En este reloj los artesanos recurrieron a numerosas técnicas de esmaltado, a menudo inéditas. El esmalte se adapta en función de las necesidades: a veces opaco, a veces translúcido o en degradado, pero también trabajado sobre una placa de plata y sobre grabado.
Sobre el bisel, las rayas se crean mediante esmalte excavado. Tanto para el contraste como para el brillo, las rayas se separan mediante líneas de diamantes engastados.
Además, la corona de cuerda está engastada con un diamante con pabellón invertido, firma del joyero.
Tan solo el esmalte de esta pieza necesita más de 10 pases en el horno entre 700 °C y 750 °C, dependiendo del color deseado. Primero, se trabajan las capas inferiores. A continuación, los esmaltes visibles en la superficie. Manipulaciones orquestadas según las temperaturas de cocción, que van desde la más elevada hasta la más baja: el azul marino en primer lugar, luego el turquesa y, finalmente, el verde translúcido. Cuenta con un movimiento mecánico Manufactura de cuerda manual MC con reserva de marca de 38 horas. Solo habrá 50 piezas de esta creación.
Cartier y su fascinación por los grandes animales de África
La fuente de inspiración de las siguientes piezas de esta colección fueron los grandes animales de África: la pantera –felino emblemático de la Maison desde 1914–, la jirafa y la cebra. Como ellos, Cartier se movió en un territorio donde reina la libertad, en este caso creativa, y el resultado es asombroso. Son tres relojes que conjugan el savoir-faire de los oficios artísticos de Cartier y el doble enfoque de la fauna propia de Cartier: uno figurativo, otro abstracto.
Ronde Louis Cartier Zébre-Girafe
Este es un reloj ambivalente, su carátula está dividida en dos mitades, una con un perfil extremadamente realista en negro y blanco de una cebra y otra que evoca, a través de las manchas de su pelaje, una jirafa.
Cebra y jirafa: una asociación inédita que permite la confluencia de dos universos cromáticos.
La marquetería dibuja el perfil de una cebra utilizando nácar y ónix. A continuación, el granulado de oro. Por primera vez, los artesanos han utilizado un degradado de oro rosa y oro amarillo, que reproduce de manera abstracta el pelaje salpicado de manchas de la jirafa. Una alquimia dominada por completo que compone, a partir de seis aleaciones de oro, una paleta excepcional de matices que van desde el oro rosa hasta el oro amarillo. Siete diamantes con engaste cerrado iluminan esta estructura joyera en forma de rejilla.
El bisel condensa varios savoir-faire: la selección y el engaste de diamantes, zafiros y granates talla brillante, la laca negra del pelaje de la cebra y la corona engastada con un diamante con pabellón invertido.
Este reloj requirió de 95horas de trabajo y siete oficios. Disponible en una edición numerada y limitada de 30 piezas.
Ronde Louis Cartier con fragmentos de oro esmalte y placas de oro
La interpretación de la pantera es impresionante, parece emerger en trazos de fuego y llamas sobre un fondo negro.
El perfil del animal está elaborado sobre una lámina de oro de apenas unas micras de grosor. A continuación, este se coloca entre múltiples capas de esmalte negro y translúcido, que vitrifican al cocer. Se aprecian toques de esmalte rosa translúcido que le dan calidez. El fondo negro le da el contraste. Para crear esta carátula se requieren entre 12 y 15 pases en el horno a una temperatura de unos 800 °C. Cada entrada en el horno supone un gran riesgo para la pieza completa. Con más de 46 horas de trabajo tras de sí este reloj está disponible en una edición numerada y limitada a 30 piezas.
Ronde Louis Cartier Destellos de Panthère Marquetería
En esta interpretación la cabeza de la emblemática pantera se aprecia entre las sombras y las luces acompañada de destellos de colores.
Este efecto de fragmentación del motivo ha permitido a los artesanos de la Maison des Métiers d’Art darle al animal una expresión más masculina y gráfica. Para que esta composición gráfica haga vibrar la luz, ha hecho falta darle forma a una rejilla de oro, una red geométrica que presenta un trabajo de marquetería con más de 120 minúsculos elementos.
El color azul vibrante se obtiene gracias a una capa pigmentada dispuesta sobre este fondo trabajado. Además, dos diamantes talla pera con engaste cerrado dibujan los ojos y dan vida a la mirada. La combinación de materiales en esta marquetería es extraordinaria, son 124 elementos: 16 briznas de paja, 8 componentes de madera, 2 elementos de oro amarillo y 34 de oro blanco, 16 fragmentos de cristal de zafiro y 48 de nácar. Son 44 horas de trabajo en cada reloj y más de 10 oficios. Un reloj que está disponible en una edición numerada y limitada a 30 piezas.
Estas tres piezas integran un movimiento mecánico Manufactura de cuerda manual 430 MC con una reserva de marcha de 38 horas.
Cuando pensamos que no puede haber algo más hermoso en la colección Métiers d’Art de Cartier la Manufactura nos vuelve a sorprender.
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