Sus colaboradores también son sus amigos, un relojero que ha desarrollado innumerables aportes a la industria, talentoso y apasionado: Christophe Claret está viviendo un sueño común con el de personajes de la talla -me atrevo a decir- de Abraham Louis Breguet, Jean Marc-Vacheron, Jehan Jaques Blancpain, Antoine LeCoultre, etc. Entusiasta de la mecánica e ingeniería, su prodigiosa mente lo ha conducido a desarrollar obras relojeras que también le resulten divertidas y desafiantes, por ello su entusiasmo hacia los repetidores de minutos, cronógrafos y piezas técnicamente complejas como el Baccara o el X-TREME-1, que lejos de buscar resolver una complicación tradicional como podría ser un calendario perpetuo, tiene la intención de divertir, y sorprender…
Durante nuestra estancia en Ginebra -el pasado mes de enero-, el equipo de Watches World acudió a la cita con Christophe, quien presentaba -nuevamente- su más reciente repetidor de minutos, estamos hablando del Soprano, reto representaba tomar la inspiración surgida gracias a la bella Francia de la época de Charles X, impulsor de las artes y relojería durante su reinado, para realizar la arquitectura, en específico los puentes de la pieza y además equiparla con cuatro timbres catedral y cuatro martillos, con la intención de recrear un sonido de calidad y riqueza musical.
Sin embargo, dicho modelo había sido develado en el SIAR de la Ciudad de México, y ya conocen a los periodistas, estamos impacientes por conocer y tener acceso a la «última novedad», razón por la cual Christophe adelantó lo que habría de develar en Baselworld, su nombre: Kantharos.
«Corazón de león» si se traduce del griego al español, se trata de un cronógrafo monopulsador que añade timbres catedral para los diferentes ciclos del «crono» y, por si fuera poco, indicador de fuerza constante, pero además de todo vendría en una edición más amplia, es decir, no tan limitada a como nos tiene acostumbrados la marca «CC».
Ahora bien, antes de pasar a la información general de la pieza, quisiera que se tomara un tiempo para mirar la siguiente galería, misma que explica cada uno de los tres puntos que Christophe Claret resolvió para crear una pieza de dicha complejidad
El cronógrafo Kantharos está dotado de un mecanismo de fuerza constante que le garantiza una precisión extraordinaria ya que se encuentra dotado de un mecanismo totalmente integrado y automático. Su timbre catedral ruge con cada cambio de función del cronógrafo automático, un concepto inventado y desarrollado por Christophe Claret para el DualTow, condiciones que lo llaman a reinventar la medición de fracciones de tiempo.
Inspiración elemental: un cronógrafo donde oímos el inicio y la parada antes de leerlos en la muñeca. Christophe Claret partió de una sencilla observación: los atletas salen de los bloques de salida al escuchar el estruendo de la pistola que indica la salida; los boxeadores comienzan y suspenden el combate al escuchar el gong; los caballos se lanzan al escuchar la señal… ¿Hay algo más lógico que saber con gran precisión, gracias al oído, cuando empieza y cuando se para la cuenta? Kantharos integra a la medición de los tiempos cortos un sistema de sonería ingenioso que se activa con cada modo (start, stop, reset).
El concepto se inscribe perfectamente en la línea de la filosofía de la marca, que ya se ha ilustrado en numerosas ocasiones por sus dispositivos de sonería innovadores y de timbre catedral. Este último, visible a las 10h, está dotado de un sistema patentado que evita que los timbres se choquen. El cronógrafo demuestra una fiabilidad y un rendimiento sin igual. Su sistema de embrague con doble cara, inspirado en la caja de cambios del automóvil, permite evitar el salto de la aguja al inicio del cronógrafo, aumentando así la precisión de la medición. Útil y funcional, el dispositivo que también presenta un aspecto lúdico, juega con la interactividad sensorial (manual y acústica) entre el instrumento y el usuario.
Además de esta complicación innovadora, el Kantharos cuenta con un escape de fuerza constante, indicación situada a las 6horas. Este sabio mecanismo permite disminuir sensiblemente los desfases de marcha del reloj. En efecto, la energía integrada al escape es constante desde el principio hasta el final de la reserva de marcha.
Equipado con el movimiento mecánico de carga automática dispone de los primeros componentes fabricados a base de M-15X. Alojado en una caja de titanio y oro blanco de 45 mm de diámetro, el movimiento ha sido concebido, desarrollado y ensamblado en la manufactura. Extremadamente complejo, no está montado en capas, como se hace a menudo, sino totalmente integrado y unificado, ganando así en refinamiento, en eficiencia y en coherencia técnica y estética. Su concepción roza la proeza. El rotor, elaborado en platino puede presumir de una mejor inercia. La reserva de marcha se prolonga hasta las 48 horas.