La leyenda continúa, así lo menciona la manufactura fundada por Georges-Favre Jacot, una que siempre ha sugerido la alta hechura de la horología, pero también la dota de aspectos visuales y complicaciones que simplifican la vida diaria y sus necesidades, me refiero a la función flyback.
La historia comienza con la solicitud por parte de las fuerzas aéreas francesas, especificando las necesidades que requerían de un instrumento relojero para sus pilotos. Debía ser robusto, de fácil lectura y altamente resistente, y así sucedió en 1997, para que este año se presente una reedición de aquel instrumento, que lleva por nombre El Primero Stratos Rainbow.
El nombre legendario del Stratos también acompañó a Felix Baumgartner en su salto legendario, rompiendo la velocidad del sonido, por lo que siendo sinceros no existe mayor prueba de confiabilidad que súbita aceleración, comprobado con números de 9-11 G. Asimismo en 1969 se desarrolló el primer cronógrafo integrado de la historia, con el movimiento a 36,000 alternancias por hora, una supervelocidad para asegurar la precisión a una décima de segundo.
Ahora bien, usted se preguntará a qué nos referimos con «flyback», es una funcionalidad de los cronógrafos para regresar a la medición de un evento sin necesidad de ejecutar el «tardado» proceso del stop, reset y start, con lo cual podremos realizar inmediatamente una segunda ejecución del crono desde cero sin necesidad de ser muy hábil con los dedos.
Asimismo mencionamos que la estética de la pieza se presenta en diseño robusto, por lo que hemos de mencionar que la caja presenta 45.5 mm de diámetro, está hecha de acero y cuenta con un bisel de aluminio giratorio, mientras que su fondo de cristal de zafiro permite visualizar al calibre 405 B de carga automática y la masa oscilante decorada con motivo Côtes de Genève, que además posee una autonomía de hasta 50 horas.