–»Otro esqueleto»– Un gran apunte de la dirección general de esta redacción, aseveración que cuenta con dos lecturas, la primera es que la industria en general ha encontrado una predilección por parte del cliente por este tipo de piezas, y la segunda es que cada vez más, las manufacturas se especializan en dicha disciplina, que no es nueva, pero es sumamente complicada.
Imagínese el trabajo en el movimiento para eliminar todo aquello que la platina y puentes «no necesitan», ese exceso o sobrante de metal que sujeta al tren de engranajes y los hace caminar de forma segura y precisa. Bueno, retirarlo lleva tiempo de fabricación y no puede ser manipulado –totalmente– por una línea de producción, el biselado y acabados en el calibre suelen terminarse a mano, por ende la producción de este tipo de piezas se ve limitada, pero la demanda crece a partir del resultado final.
Permítame referirme a la primer frase, pues no es «otro esqueleto» en sentido peyorativo, sino uno basado en el futuro, la relojería espacial de RJ-Romain Jerome, casa relojera de reciente creación que llegó para quedarse, haciendo de México uno de sus mercados principales debido al reconocimiento de coleccionistas y aficionados a la relojería que ofrece una experiencia aérea (Dust-DNA), marítima (Titanic-DNA) y terrestre (Eyjafjallajökull-DNA).
Como tema central, la línea de relojes consta de tres versiones: oro rosa, acero PVD negro y acero inoxidable, no obstante la inspiración ha surgido de la observación y el tributo a los astros, y es que ya hemos platicado de la importancia del espacio para la relojería y para el concepto general del tiempo. Su nombre es Skylab, en honor a la primera estación espacial de la NASA, que este 2013 celebra 40 años de haber sido lanzada. Ahora bien, si una marca desea realizar un reloj esqueletado, el primer reto sería retirar el metal anteriormente citado del calibre, no obstante RJ-Romain Jerome va más allá, el trabajo artesanal -realizado en cinco capas– debe cumplir con las especificaciones de un diseño que recupere la estética de la estación espacial original.