El compromiso de la manufactura Vacheron Constantin con el universo relojero y el legado de éste a través de distintas generaciones, debe perpetuarse y reinventarse cuantas veces sea necesario, sin hacer a un lado la máxima de la relojería tradicional. Reto que parece complicado de alcanzar, más si la tendencia exhibe reservas de marcha ampliadas, implementación de materiales más resistentes y livianos, sin mencionar las altas frecuencias. Pero la manufactura relojera de Vacheron, ha trazado un camino que permanece y continuará presumiendo su legado, pues no existe aficionado o coleccionista que pierda su capacidad de asombro ante un tourbillon albergado en una caja de platino y animado por un movimiento de carga manual dotado de cuatro barriletes acoplados en pares e interconectados, sí, es posible…
El uso del platino comenzó a popularizarse entre las manufacturas de relojes a partir de 1820, sin embargo, pocos eran los privilegiados en saber manipularlo y emplearlo a favor de la alta relojería. Un metal que posee el valor de una joya, que presume una pureza del 95% y que, al día de hoy, es el más apreciado por los coleccionistas alrededor del mundo. No obstante, el alto valor de este elemento, la concepción y el uso que la manufactura le otorga eleva su apreciación a un nivel superior.
La Collection Excellence Platine de Vacheron Constantin privilegia las altas prestaciones de este material en función de las mejoras en la alta relojería, dedicada exclusivamente a coleccionistas y entendidos de este arte. El Patrimony Traditionnelle Tourbillon 14 Días es uno de los magníficos modelos seleccionados para formar parte de esta colección. Este reloj excepcional es la culminación de un enfoque técnico que consiste en sublimar la gran complicación que representa el tourbillon, dispuesto a las 6 h, exhibe un ballet mecánico al tiempo que indica el paso de los segundos, mientras que las agujas de las horas y minutos caminan alrededor de la carátula –fabricada en platino 950– partiendo desde el centro. Uno de los aspectos que más llama la atención de esta redacción es su capacidad energética, la cual se ha conseguido a partir de cuatro barriletes acoplados de dos en dos y que además se exhibe a manera de indicador en punto de las 12 horas.
Finalmente y como es costumbre cuando se «desengrana» un mecanismo de Vacheron Constantin a través de un texto, este reloj posee el distinguido Poinçon de Genève, no solo para el movimiento, sino para la pieza completa.