Oris desarrolla relojería mecánica automática, decisión que tomó durante uno de los momentos más complicados de la misma, y básicamente gracias a la visión de sus directores, quienes decidieron privilegiar la creación de calibres y módulos finamente terminados y cuidando del aprecio que existe por la horología tradicional.
Fue en 1991 cuando la marca lanzó su calibre Complication, el cual buscaba trazar un futuro y una visión de lo que verdaderamente se respeta en la relojería helvética. Así, exhibía una pieza que ofrecía funciones prácticas para los viajeros gracias a la exhibición de día, fecha, fases de Luna y segundo huso horario.
Artelier Complication
La línea más elegante de la marca se ha consolidado gracias una nueva «cara», diseño más apegado a lo que el público ha demandado de la firma: líneas puras, minimalistas y finos acabados para la caja, índices y agujas forman parte de esta visión estética de Oris que se corona con una carátula guilloché con inspiración Art Déco.
Dos referencias han sido presentadas en caja de acero inoxidable y con diámetro de 40 milímetros. Al interior vibra el Calibre 781 (base Sellita SW 200-1), mientras que las funciones de fecha (9 h), día de la semana (3 h) y segundo huso horario (6 h) quedarán visibles a un golpe de vista, complementando la maravillosa fase de Luna expuesta a la altura de las 12 horas. El look de su preferencia será celebrado por una correa de piel marrón con índices rosados o, si lo prefiere, con índices azules a juego con las agujas y correa. Ambas poseen la capacidad de ser sujetadas al pulso mediante brazalete de acero inoxidable.