Nunca se había visto mejor, y si bien la estética atemporal de la pieza ha permanecido vigente desde el momento mismo de su lanzamiento en 1959, el nuevo recubrimiento PVD utilizado tanto para la caja como para el brazalete, acentúa su carácter de cara a los nuevos tiempos y tendencias de la horología actual. Este efecto lo vemos replicado en otras de las firmas del Grupo Swatch, no obstante Commander es un ícono al que le va muy bien ponerse el tuxedo.
Estética
Desarrollado en caja de 42 mm de acero inoxidable, el tratamiento PVD negro nos invita a conocer al Commander Icône en renovación total. Asimismo, la carátula negra con acabados rayos de sol, nos invita a perdernos en su circunferencia, sólo para encontrarnos posteriormente con los vivos color naranja, un legítimo contraste que se inspira en el tono de la firma misma.
Asimismo la pieza se abraza al pulso mediante un brazalete de acero inoxidable con PVD a juego, el cual se presenta en configuración de malla milanesa y se asegura gracias a un cierre de seguridad desplegable.
Mecánica
La máxima innovación del Grupo está presente con el extraordinario y robusto Calibre 80, que dota del mismo número de horas y precisión a esta referencia. Asimismo, este motor –en Mido– cuenta con una espiral de silicio, con lo cual el antimagnetismo resulta en uno de sus «poderes». La robustez de la maquinaria también cuenta con un sistema de resistencia a golpes y caídas. Finalmente, éste posee certificación de Cronómetro por el COSC, vibrando a frecuencia de 3 Hz.
Postdata: Commander de Mido nació en 1959, a partir de la visión de la arquitectura monumental de la Torre Eiffel.