Con Baselworld tocando la puerta, Chronoswiss no espera para asombrar nuevamente con la creación de un reloj esqueletado, pero que luce un trabajo de manufactura excepcional basado en su ya familiar y distintivo regulador.
Desarrollado en Edición Limitada a 10 referencias en caja de oro rojo y 30 más en acero inoxidable, la estructura se extiende hasta los 44 mm de diámetro. La pieza luce –además– una duplicidad de colores negro-rojo, sumamente deportiva y actualizada de acuerdo a la preferencia de los coleccionistas por seleccionar un reloj que exhiba también espíritu deportivo.
Al interior late un calibre mecánico de remonte manual C.677 basado en el Unitas 6498, modificado para mostrar el tiempo a manera de regulador y esqueletado para lucir todas las características bellas del movimiento. La frecuencia se entrega a razón de 2.5 Hz y latirá continuamente hasta por 40 horas de autonomía, se abrazará al pulso mediante una correa de piel de aligátor de Louisiana con cierre desplegable a juego con el material de la caja.
Chronoswiss y su historia con el Regulador
El amor de Chronoswiss por el detalle y la delicadeza de la relojería también está en exhibición en esta última adición a la colección Regulator: el minutero cobra protagonismo como principal información disponible, el pequeño segundero se mira en punto de las 6 horas y las horas aparecen a las 12.
En cuanto a la esqueletización y el trabajo artesanal debemos mencionar que básicamente ha sido posible luego de largas horas de labor a mano, y deja admirar las diferentes modificaciones de la pieza: puesta en hora, armado del muelle real y el trabajar de toda la maquinaria.
Los relojes de esqueleto se han convertido en una tradición en Chronoswiss: fue la primera marca en presentar un cronógrafo automático esqueleto con el Opus de 1995, además hizo lo propio al lanzar el Pathos como cronógrafo esqueleto capaz de cuantificar las fracciones de segundo. Finalmente, en el 2014 se presentó el Timemaster Chronograph Skeleton, con un look decididamente más deportivo, pero respetando todos y cada uno de los códigos de la marca.