Hace apenas un mes que estábamos en Buenos Aires para presenciar la final del Abierto Argentino de Polo, Cronometrado por Jaeger-LeCoultre, y conocíamos la primer etapa de la celebración a los 85 años de su emblemático Reverso.
Hoy, en el marco del SIHH 2016, JLC desvela una pieza magistral, un Gran Complicación que reduce las dimensiones del Gyrotourbillon® en un 30%, logrando con ello un hito estético y mecánico digno de ser incluido en la línea más alta de la Grande Maison: la Hybris Mechanica.
Las dos jaulas de este tourbillon volante biaxial ejecutan rotaciones correspondientes a 60 segundos y 12.6 seg, con lo cual se nulifican los efectos negativos de la gravedad en un reloj de pulsera. El calibre Jaeger-LeCoultre 179 de cuerda manual, da vida a dicha mecánica gracias a un rodaje exterior que da la impresión de estar suspendido.
«Mechanica»: el Gyrotourbillon® posee dos características excepcionales que han revolucionado a la relojería: espiral semiesférico realizado a mano, y un volante Gyrolab® que no completa el círculo, posibilitando con ello la reducción de la fricción y turbulencia al interior de la caja, e incrementando la eficiencia de la pieza.
Estética: la cara frontal está embellecida con una carátula circular color blanco, que exhibe un acabado granallado sumamente fino, mientras que las agujas dauphine de acero azulado permiten la legibilidad perfecta de las horas y minutos. Asimismo, en punto de las 11 horas, una sutil indicación día/noche se suma a la complejidad de la pieza. Finalmente, el segundero se alcanza a leer desde el Gyrotourbillon® gracias a un pequeño indicador azul.
Reverso: la magia comienza al pivotar la caja emblemática de la pieza, pues un trabajo de esqueletado despliega el savoir-faire distintivo de la Casa, mientras que un segundo huso horario se puede leer sin complicación.
Jaeger-LeCoultre celebra con este magistral ejemplar lo sucedido tras un encuentro de polo en la India, en el año de 1931, que daría origen a la leyenda Reverso.