Las temporadas y la relojería recuperan los trazos y diseño de las décadas anteriores cual si se tratara de una prenda de moda, ad-hoc a los tiempos que vivimos, ya sea que éstos se conjuguen en tiempo presente, pasado o futuro. Así es que la industria, desde principios del año pasado exhibió un marcado acento por reiterar la rica invención de aquellos creativos que dotaban a sus relojes de cajas y sellos concebidos bajo la premisa de mirar hacia el futuro.
Lo que hace un par de años sugería la reducción de los tamaños en los relojes de pulsera, hoy permanece para las piezas clásicas tradicionales, pero cuando se trata de homenajear a las generaciones pasadas el Heritage de Longines se pinta solo, y cómo no hacerlo si cuenta con más de 180 años de historia y legitimidad en la industria. La nueva creación está equipada con el movimiento cronógrafo provisto de rueda de pilares exclusivo de Longines, seriado con el calibre 30CH. La forma de la caja, cuadrada en forma de cojín, y el sutil juego de contrastes de la carátula ofrecen a este modelo una apariencia distintiva y llena de armonía.
La carátula exhibe dos contadores situados a las 3 y a las 9 horas: de color negro sobre la carátula plateada o plateados en contraste con la negra. Índices aplicados marcan las horas, decorados con una delicada línea negra y un toque de Super-LumiNova®. Una escala taquimétrica azul rodea la carátula, lo que aporta un sutil toque de color a la pieza con acento deportivo.