El origen de Bvlgari no sólo es italiano, es romano, y como tal representa lo mejor de este mensaje imperialista, poderoso e inconforme. Este tipo de actitud arriesgada le confiere una posición líder en todo lo que se plantea y, como tal, debe responder a las expectativas, superarlas e innovar. Esto se convierte en una costumbre para la Casa y por ello ha decidido presentar la renovación de su icónica línea Serpenti echando mano de la supermodelo Lily Aldrige como musa.
Esta diva californiana encarna la belleza y espectacularidad de la Dolce Vita. Y a partir de su figura voluptuosa y generosa; de su mirada penetrante y seductora, funge como lienzo para esta obra de arte denominada Serpenti 2018, pero cuyos orígenes nos viajan hasta mitades del siglo XX.
Retratada por Solve Sundsbo, la musa porta la colección de manera natural e inmejorable, ya sea mediante una pieza de joyería postrada en la muñeca o un collar hecho de oro con engaste de diamantes y salpicado por esmeraldas y zafiros. Brazaletes, anillos y relojes, la nueva legión de Serpenti luce atrevida y abstracta, dando cabida a las citrinas y peridotos para diferentes referencias.
Si bien se trata de joyería del más elevado nivel de exclusividad, su diseño geométrico fluido y contemporáneo le confiere la oportunidad de ajustarse a la feminidad de la mujer gracias a diferentes diseños que simulan el ajuste de una serpiente a cualquiera que sea el camino trazado, tal como sucede con el método Tubolare, que invita a la caricia de sus exclusivas y bien valoradas escamas.