Es considerada una de las piezas más importantes de la relojería científica enfocada a la precisión, y es que si bien la horología mecánica hoy en día es valuada como artística gracias a sus propiedades lúdicas, y no como un estándar de precisión mundial. En año de su presentación (1958), Geophysic® de JLC, sentaría las bases para la industria: sus capacidades antimagnéticas, sistema de protección antichoque, precisión cronométrica, hermeticidad y estética enfocada a la legibilidad del tiempo, hacen de este instrumento una leyenda aún en nuestro tiempo, más aún cuando recibe la atención de Jaeger-LeCoultre y dos complicaciones de valor extremo para los coleccionistas.
Creado precisamente en el Año Geofísico Internacional, Jaeger-LeCoultre la enfocó a los científicos que laboraban en diferentes misiones en el Polo Norte, por lo que era necesario equiparlos con un instrumento de confiabilidad extrema.
La nueva línea rinde un homenaje a la original, y lanza dos referencias de peso y valor relojero:
Geophysic® True Second®
La complicación es renombrada de “segundero muerto” a “segundero verdadero” por JLC, es decir, la aguja de los segundos dará 60 golpes-pasos de cara a completar la circunferencia del reloj luego de marcar un minuto transcurrido en la carátula. ¿Suena a relojería de cuarzo? Pero no lo es, en realidad la horología mecánica exhibida en un segundero de motor manual-automático no recorre de forma homogénea la carátula, pero salta de acuerdo a la frecuencia que le dicta el órgano regulador, por lo que un reloj de cuarzo impulsa la manecilla dividiendo la frecuencia en un impulso al segundero en esta medida. Así pues, la relojería mecánica y esta complicación hacen lo mismo, toman la frecuencia del órgano regulador, la suman y entregan para exhibir 60 saltos por minuto para la aguja de los segundos, la solución –generalmente– añade una rueda dentada al tren para el desplazamiento del segundero.
Para ello ha sido necesario el desarrollo de un nuevo motor (Calibre 770) , que latirá a 28,800 a/h durante 40 horas de autonomía. Asimismo está dotado de un órgano regulador que se incorpora a un volante no circular, producto de la investigación de Jaeger-LeCoultre para optimizar su movimiento y reducir los rozamientos con el aire. Este volante lleva por nombre Gyrolab®, que se incluyó para el Extreme Lab 1 de la Maison.
El Geophysic® True Second® se abrazará a la muñeca mediante una correa de piel de aligátor con hebilla de hebijón, en su versión de caja de oro rosa de 39.6 mm de diámetro, mientras que la belleza del acero lucirá un brazalete a juego con hebilla desplegable.
THE ENERGY OF A SECOND… PLAY
Geophysic® Universal Time
Una pieza que marcará las horas universales (24 husos horarios) y el tiempo de manera precisa y regular: horas, minutos segundos (True Second®) producto de un nuevo calibre (772) y de un dial azul con un mapamundi lacado e índices aplicados. El movimiento latirá a 4 Hz durante 40 horas de autonomía, mientras que está incluido en una caja de 41.6 mm de diámetro y de fondo atornillado para garantizar la hermeticidad hasta en 5 bar (50 metros). Al igual que el True Second®, su versión de oro rosa se sujetará a la muñeca mediante una correa de piel de aligátor, mientras que la configuración de acero lo hará gracias a un brazalete del mismo metal.