Permítame compartirle el porqué de la «S» en el nombre El Primero, pues resulta que en esta ocasión Zenith celebra su 150
aniversario, y como parte de la celebración se ha logrado un «facelift» en su emblemático modelo de alta velocidad, frecuencia y prestaciones.
Si bien el emblemático movimiento ha recibido un sinnúmero de complicaciones, El Primero Sport se reestrena con una cara contemporánea llena de energía. Desarrollado en caja de acero de 45 mm, la pieza late a una frecuencia extraordinaria de 5 Hz para una precisión absoluta. Este reloj –seguramente– será uno de los preferidas por la clientela que busca un reloj para toda ocasión, sin dejar de lado el aire vintage con carátula en tonalidades claras y strap de piel de cocodrilo con caucho, 
dualidad ideal para vestir un look casual. Ahora que si lo suyo es la elegancia del acero, el brazalete con carátula de pizarra y vivos en rojo seguramente le sorprenderá tanto como el buen precio al que se pondrá en las vitrinas.
Atleta de alto rendimiento
Sus dimensiones amplificadas están ideadas para facilitar la lectura de sus indicaciones, mientras que al interior late el calibre El Primero 400 b, con una nueva masa oscilante adornada con motivos Côtes de Genève visibles gracias a su fondo de cristal de zafiro, mientras que una técnica excepcional destinada al acero, brinda profundidad y masculinidad a la caja, mientras que sus cuernos ergonómicos garantizan un ajuste inmejorable a la muñeca de su afortunado poseedor.
Finalmente destacamos su hermeticidad que, sin tratarse de un reloj para buceo, bien podría ser utilizado bajo el agua gracias a su resistencia de hasta 200 m de profundidad, no obstante su escala taquimétrica determina su –indudable– herencia racing, ya que el usuario podrá hacer uso de ella a fin de calcular la velocidad promedio de un cuerpo que se desplaza de un punto a otro.
Ya sea que le prefiera con carátula plateada, antracita, brazalete o piel con caucho, El Primero Sport es el reloj ideal para cualquier ocasión, además de que está animado por uno de los mejores «motores» de la industria, el emblemático calibre El Primero que late a 36,000 alternancias por hora y está completamente integrado, garantizando una confiabilidad extrema y un desgaste mínimo de los 326 componentes que le conforman.
