El arte se inspira en diferentes fenómenos y disciplinas para encontrar el momento de genialidad preciso de la idea, para llevarla a cabo partiendo de un expertise que se ha aprendido, se ha enseñado y se emplea a fondo cada que llega el momento de ponerlo a prueba. Es así que Vacheron Constantin en sus más de 259 años ha encontrado este tipo de inspiración mirando a la cultura humana, de la cual forma parte como una Casa horológica en plena comunión con el arte.
Watches World, se complace en presentar tres nuevas obras de Vacheron Constantin, que se basan en los mejores momentos de la vida cotidiana de una bailarina de ballet: el aprendizaje, la formación y la presentación. Cualidades que, inherentes al desarrollo de la persona, formarán su carácter y determinarán su actitud ante la vida.
Pocos miran lo que puede haber detrás de las horas invertidas en entrenamientos rigurosos, y muy pocos somos capaces de entender y apreciar el momento sublime en el que la bailarina se funde con la música, el ambiente y nuestros sentidos, adueñándose de ellos al grado de hacernos sentir lo que se quiere transmitir. Lo mismo pasa con la horología, que trabaja día a día con detalle y esmero para presentar un trabajo perfecto, sin errores y de alto valor artesanal, pero que tampoco está listo para ser apreciado por la generalidad, solamente por quienes entienden el arte de la mecánica y sus oficios, tales como el esmaltado grisalla Gran Feu, que hace uso del fuego para hundirse en nuestro corazón…
La colección Métiers d´Art suma a sus filas Art Hommage à l´Art de la Danse, mismos que fueron presentados el pasado 8 de mayo del 2014 en la Ciudad de Nueva York. Producto de la Sociedad sostenida con la Ópera National de París, Vacheron Constantin se ha inspirado en las tradiciones artesanales para sus oficios artísticos, y el resultado es Métiers d´Art, uniendo al tiempo, al arte y a la cultura con los valores que éstas disciplinas entregan a la humanidad.
El ballet y la ópera trascienden gracias a su coreografía y complicidad, mientras la renovación de la sensibilidad se determina mediante las actitudes del espectador, que se conjunta para completar el escenario, así como sucede en las referencias de Vacheron Constantin entre la bailarina, el esmaltador y el relojero.
Sus carátulas presentan tonalidades oscuras y claras logradas gracias al esmalte grisalla, que se aplica al esmalte negro y brinda suaves matices a la pintura, asimismo, el Limoges (material empleado en la carátula) es sumamente difícil de manipular, y más cuando se aplican los «disparos» de Gran Feau, que deberán prevenirse con la finalidad de lograr el detalle deseado y no arruinar en el proceso de cocción.
Finalmente, y no menos importante, la mecánica de Vacheron Constantin no está en duda, y aunque se trate de un movimiento que anima horas y minutos, el Sello de Ginebra se explica gracias a la decoración y perfección que el relojero ginebrino le ha impreso a su calibre 2460.