En el año de su presentación (1958), Geophysic® de JLC, sentaría las bases para la industria: sus capacidades antimagnéticas, sistema de protección antichoque, precisión cronométrica, hermeticidad y estética enfocada en la legibilidad del tiempo, hacen de este instrumento una leyenda incluso en nuestro tiempo, más aún cuando recibe la atención de Jaeger-LeCoultre y dos complicaciones de valor extremo para los coleccionistas.
Este año, previo a lo que fuera la exhibición del Salon International de la Haute Horlogerie, Jaeger-LeCoultre adiciona un torbellino con tiempo universal y volante Gyrolab®, además de reforzar la línea presentada hace poco más de un año con dos referencias construidas en acero, lo cual abre la posibilidad de compra a un universo más amplio, pero sin sacrificar absolutamente nada en cuanto a valor relojero.
Creado precisamente en el Año Geofísico Internacional, Jaeger-LeCoultre la dirigió a los científicos que laboraban en diferentes misiones en el Polo Norte, por lo que era necesario equiparlos con un instrumento de total confiabilidad.
Geophysic True Second
En esta ocasión las horas, minutos, segundos y fechador se benefician de una marcha regular gracias al sistema de segundero verdadero patentado por Jaeger-LeCoultre, que dividirá las diferentes alternancias para entregar un “salto” por segundo sobre la carátula, lo que también es conocido como segundero muerto. Este 2017 la referencia que se agrega a la familia luce un brazalete de acero inoxidable a juego con la caja, desarrollado en sintonía con los códigos de Alta Relojería de La Grande Maison, con pulidos y acabados increíbles.
Geophysic True Second Universal Time
Además de fungir como un auténtico instrumento para el viajero frecuente, ideal para pilotos comerciales, la pieza ahora se ajusta por medio de un brazalete de acero en respuesta al material de la caja. Al interior el calibre 772 continúa animando esta pieza, un verdadero motor de precisión que garantiza una marcha correcta en todo momento.
GeophysicTourbillon Universal Time
El tope de gama, el buque insignia, se ha lanzado en caja de platino con diámetro de 43.5 mm de extensión. Este hito relojero está animado por un nuevo calibre 948, GeophysicTourbillon Universal de remonte automático. El torbellino volante flota de manera magistral gracias a la ausencia del puente superior que lo sujete a la jaula. Adicionalmente, el dial guilloché atrapa las miradas, que quedan también cautivadas por las vueltas aceleradas del volante Gyrolab®, que además de lucir su muelle espiral, realizado a mano en los talleres de la Manufactura, adopta la forma de un áncora relojera, símbolo de Jaeger-LeCoultre. Destaca su practicidad en ajuste mediante una misma corona, con la cual se manipula el disco horario para coincidir con sus planes de viaje, aparte de gestionar el tiempo.