La relojería de CORUM, siempre espectacular, nos demuestra una vez más que es capaz de reinventarse, mejorar y atender las inquietudes de su selecta clientela. La nueva transparencia del fondo de cristal de zafiro, se encuentra tratado con el motivo de no distraer la atención hacia los elementos externos, es decir, forma una cortina que provoca mirar el legendario movimiento baguette y volver a hacerlo, una y otra vez…
Fue durante 1980 que CORUM escaló un peldaño más en su concepto horológico, presentando el mecanismo sujeto por un puente en vertical, o como usted lo quiera ver, no obstante, su arquitectura se ha reinterpretado de acuerdo a las tendencias y necesidades del mercado, y hoy más que nunca, la Manufactura de La Chaux-de-Fonds, nos recuerda su nivel de expertise incomparable. Como hemos platicado, la caja se encuentra fabricada en forma ligeramente curva, lo que ayuda a la sujeción con la muñeca, acción completada por una correa de piel de cocodrilo color negro.
El latir de su corazón –de carga automática lineal–, alcanzará una precisión de 4Hz y continuará trabajando hasta por 40 horas. La decoración del calibre CO313 merece mención honorífica, debido a que presume platina y puentes de oro, mientras un minucioso guilloché vertical realzado a mano, invita a mirar sin cesar el mecanismo.