Generalmente, cuando pensamos en una reedición de una pieza que ya nos sorprendió, la misma sugiere únicamente un cambio estético, pero en este caso, el titanio grado cinco recubierto con PVD chocolate, nos invita a comernos la mecánica de la pieza y admirarla como se debe, pues se trata de un reloj que impulsó la innovación a un siguiente nivel desde hace ya casi tres años.
Su estética es impresionante, pero también su mecánica, pues se trata de un movimiento creado completamente in-house, me refiero a desarrollado en la mente de nuestro mágico desarrollador de horología, Christophe Claret. Cuando miramos el X-Trem-1 inmediatamente nos percatamos de su torbellino, que al «carecer» de puente al frente suspende un vuelo mecánico inclinado a 30°, pero lo que, sin duda, nos llama más la atención de su lectura sería entonces la revisión de las horas y minutos mediante un sistema de «suspensión» desarrollado por CC.
Lo que sucede es lo siguiente: al interior de dos «tubos» de zafiro, se suspenden dos esferas mecánicas que obedecerán la carga magnética, por lo que se pone en evidencia que el «magnetismo» no es un enemigo de la relojería en todas sus situaciones. Su nombre lo dice todo, pero debemos recordarlo para que usted, estimado lector así lo entienda: X, por eXperimental, T, por Time, R, por Research, E, por Engineering y M, por Mechanism. Eje que rige completamente el significado de lo que se sucede en Manufacture Claret, situada en Le Locle.
«Hemos desarrollado esta tecnología con la Alta Escuela de Ingeniería y de Gestión del Cantón de Vaud (HEIG-VD), en Yverdon-les-Bains, y el equipo del profesor Besson. El sistema está perfectamente a punto. Los campos magnéticos se han dirigido de manera que no tengan ninguna influencia en el mecanismo, aparte de la función que se requiere de ellos»: Christophe Claret.
Al respecto, debemos mencionar que la idea original surgió de dos relojeros: Frédéric Richard y Oliver Randin, quienes con dicha visualización incluyeron la patente de la misma. Asimismo, el torbellino se vería motivado a estar falto de precisión debido al consumo energético del espectáculo horológico para las horas y minutos retrógrados, pero resulta entonces que una dualidad de barriletes (uno para el torbellino y otro para las indicaciones) y un sistema de carga manual resuelven el problema y además trabajan entre sí: el rodaje de tiempo (primer barrilete) es regulado por el torbellino. El rodaje de presentación es, por su parte, regulado por un escape especial, que busca la información horaria en el rodaje de tiempo. Éste está compuesto por un áncora que libera cada 25 segundos un diente de la rueda de áncora del rodaje de presentación. El áncora en sí misma es activada por una cama ligada al rodaje de tiempo. En el momento en que uno de los rodajes llegue al final de la reserva de marcha de su barrilete, el escape interrumpe la marcha de su vecino. Esta configuración presenta un gran interés: desde el punto de vista energético, los rodajes de tourbillon y presentación son independientes, lo que permite evitar las perturbaciones, optimizar la reserva de marcha y conferir una precisión ideal al reloj.
Pero bueno, no hablamos de un nuevo mecanismo, sino de uno que sentó las bases para la especulación con lo «imposible», desafiarlo y dominarlo, pero hoy la noticia es su nuevo tratamiento, una nueva cara que refresca la influencia de esta hermosa máquina relojera: titanio y PVD chocolate, para una dulce sensación de precisión.