Las nuevas configuraciones de reloj por parte de Breguet están llegando sin haber cambiado la última página del calendario. Y sí, así de rápido recibimos 2018 con una adición a la colección Classique de la firma fundada por A.L. Breguet en 1775.
Carátula de esmalte Grand-Feu
La esencia de la pieza es la misma que aquella reconocida en 2013, no obstante ahora contamos con una cara diferente desarrollada en esmalte Grand Feu. Este tipo de dial se consigue posterior a la artesanía del desarrollo y cocción del esmalte vitrificado, y el resultado termina siendo una pieza llena de historia y belleza que jamás sufrirá algún tipo de alteraciones, luego de quedar fijado este blanquecino color a la cara principal del reloj.
Dicha sobriedad se complementa gracias a una escala de índices arábigos color negro y a una subcarátula que deja admirar la belleza de un tourbillon de 60 segundos en punto de las 5 horas. De igual forma las agujas –azuladas- Breguet destacan la dinastía de la pieza en plena sintonía con el clasicismo relojero de la más alta legitimidad.
Mecánica
En el interior vibra el calibre 581 de remonte automático, que posee una impresionante autonomía de 80 horas de reserva de marcha a una frecuencia de 4 Hz. Esta pieza comulga entre el pasado y el presente gracias a un escape de áncora tradicional pero que ocupa cuernos de silicio en lugar de los tradicionales rubíes, en sintonía con la espiral hecha de este mismo material.
A diferencia del 5377 presentado hace 4 años, esta pieza no luce una carátula guilloché, y tampoco el indicador de la reserva de marcha. Pues se ha buscado transmitir exclusivamente la esencia de un tourbillon extra plano de la más alta calidad apegado a los códigos originales de la Casa. Se abraza al pulso mediante una correa de piel de cocodrilo cosida a mano de color marrón.