La colección Rendez-Vous Ivy de Jaeger-LeCoultre es única y poseedora de una belleza sublime. Además se caracteriza por que cada reloj es un conjunto de tres elementos: una estética clásica, un calibre mecánico con una o más complicaciones, y Métiers Rares® (Artesanías Raras), lo que des da un toque especial.
Sus hojas han dado una vitalidad especial y han adornado los ajuares de las personas en el paso del tiempo, y vaya que mucho tiempo, ya que las primeras huellas conocidas de este patrón datan de 1890, siendo un reloj de bolsillo con un fondo de caja carmesí esmaltado, decorado con un engastado de diamantes de hiedra. En 2008, la “Grande Maison” se inspiró para crear un extraordinario conjunto de joyería único en su tipo, producido en una sola pieza, en el que una hiedra increíblemente realista se convierte en una alegoría preciosa de glamour.
Menos de un año después de la puesta en marcha del repetidor de minutos Rendez-Vous Ivy, que cautiva nuestro oído con el encanto de su melodía femenina, en donde somos testigos de la magia que nos hechiza con una emblemática complicación Jaeger-LeCoultre.
Rendez-Vous Ivy Tourbillon
Las hojas de hiedra crecen en remolinos alrededor del tourbillon, ya que estamos hablando de la carátula, les cuento que se pueden apreciar dos tipos de trabajo guilloché: una variedad clásica en la superficie de la esfera, junto con un patrón que recrea las venas de la hiedra. Todo esto sobre un elegante color ciruela para resaltar la complicación, así como la decoración de encaje orgánico.
Destacado por el esmalte traslúcido, este color se ilumina aún más con la chispa emitida por el engastado del bisel, cuernos y corona. La caja –de 39 mm- de oro blanco acentúa la sofisticación de la pieza, además alberga un calibre de carga automática Jaeger-LeCoultre 978.
Rendez-Vous Ivy Secret
Esta pieza excepcional es una reminiscencia de la estética de un reloj que pertenece al patrimonio de la Manufactura. Como un secreto que no queremos revelar,
la tapa del reloj se abre para permitirnos ver la hora. Esta pieza es una oda a los Métiers Rares®.
Las hojas de hiedra están grabadas y pintadas a mano, creando un resultado realista y a su vez deliciosamente poético. En la tapa -ligeramente abombada-, tres tipos de diamantes: corte brillante, baguette y marquesa; delinean la forma de una flor que el cristal parece haber capturado y congelado en una belleza sin fin.