Si bien su diseño es clásico, su espíritu roza en lo deportivo y en la predilección de la marca por la construcción de relojería para exteriores, capaz de permanecer funcional en las situaciones más adversas, reales.
Desarrollado en caja de acero inoxidable, la pieza evoca una robustez elegante como ningún otro modelo de la marca, ya que su movimiento de cronógrafo –de cuarzo– de alta precisión, posibilitará las funciones de: horas, minutos, segundos, day-date, además de todo lo referente a revisión de tiempos cortos.
En esta ocasión se presentamos dos referencias principales que expresan una identidad confiada y una visión futurista de la relojería, pero que se apega a la tradición análoga que tanta distinción brinda a la muñeca del hombre. El primer modelo se abraza mediante una correa de becerro de alta resistencia, mientras que su carátula es presentada en color antracita y acero industrial. En segundo plano encontraremos una construcción desarrollada completamente en acero, pero con la particularidad de presentar un tono doble gracias al tratamiento champagne que brinda el PVD a brazalete, bisel interior y agujas. Si se pregunta por la extensión de la caja, ésta alcanza los 44 mm de diámetro y resulta hermética hasta los 100 metros de profundidad gracias a su fondo atornillado. Además podrá optar por cuatro configuraciones de carátula: negro, café, azul medianoche y gris.
Nuevamente Victorinox sorprende con piezas que se adaptan a la vida diaria y a las necesidades de quienes verdaderamente utilizan el reloj, y necesitan: precisión, robustez y confiabilidad.