No son muchas las ocasiones en las que un periodista de relojes se emociona al extremo por una pieza, pero en este momento la redacción de Watches World ha sentido una gran alegría después de recibir las imágenes y comunicado especial de la pieza destinada a celebrar 150 años de la Manufactura de Le Locle, una que cuenta con una historia brillante, que resplandece gracias al espíritu de un hombre que le dio vida en 1865, y que lo hizo cuando solo tenía 22 años: Georges-Favre Jacot.
Para poner en contexto debemos de recuperar la grandiosa historia de la Manufactura, ya que al inicio del siglo XX construía relojería de bolsillo y cronómetros marinos de altísima calidad y precisión, ganando la medalla de oro a la precisión en 1900. Asimismo, en los primeros años del siglo XX, la relojería construiría instrumentos de a bordo para las cabinas de pilotaje, mientras que en 1911 adoptaría en definitiva el nombre Zenith, derivado del punto más alto del cielo, el cenit. En 1925, Zenith empleaba un millar de artesanos y relojeros del Cantón de Neuchâtel, mientras que en los años venideros se desarrollarían el calibre 135 (cronómetro), el calibre 5011K y El Primero, siendo éste último el más reconocido, un verdadero hito en la relojería contemporánea, que –actualmente– es empleado por un número importante de firmas relojeras en la industria. Asimismo, Zenith ha labrado una historia tan importante que posee más de 300 patentes, ha desarrollado más de 600 movimientos y cuenta con 2,333 premios de cronometría a lo largo de su historia, récords que le colocan en el escalón más elevado de la horología suiza a favor de la precisión de manufactura.
Asimismo, para 1969, seis meses antes de que el hombre conquistara a la Luna, los fenómenos en la relojería también nos impulsaban a llegar más allá de las posibilidades de la época, es así que El Primero fue el primer y único calibre de cronógrafo integrado y remonte automático de alta frecuencia: 36,000 alternancias por hora. Tras la crisis del cuarzo, el legendario movimiento fue restituido en la producción, y en los años siguientes se construyó el calibre Elite ultraplano de cuerda automática, asimismo, para el nuevo milenio LVMH fijó sus ojos en Zenith y adquirió la compañía, invirtiendo una suma importante de recursos en la división de desarrollo de producto e innovación de materiales, que posibilitarían la creación de colecciones de relojería de la más alta talla, como la línea Academy, el «Open concept» para la colección El Primero, la recuperación de la línea Pilot en el 2012 o los materiales incluidos en El Primero Lightweight, como los son el silicio, la fibra de carbón y el titanio utilizado en los puentes del movimiento.
Hoy, para celebrar la relojería artística y copada de innovación por parte de Zenith, develamos una pieza que debía exhibir mucho más que una bella cara, habría de conjugarse en pasado y futuro, y traducir 150 años de generación de bellos productos al servicio de la precisión relojera.
Es así que la pieza está animada por el calibre El Primero de alta frecuencia y remonte manual 5819, pero que además exhibe entre las 4 y las 5 horas una inscripción que nos indica el mecanismo de fuerza constante y alta frecuencia utilizado en el alto de gama de la línea Academy, nos referimos a la transmisión de la energía mediante cadena, también conocido como fusée chain, que parte del barrilete situado entre las 10 y las 11 horas. Asimismo debemos apuntar que en ocasiones esperamos relojería complicada para celebrar aniversarios, y en esta ocasión se ha decidido exhibir de manera pura una de las innovaciones más exquisitas a favor de la transmisión de la energía, ya que con el sistema de cadena, el torque permanece constante y se elimina el problema del muelle real, que cuando se encuentra en su máxima expresión trasmite energía excesiva a la espiral, pero cuando está a punto de agotarse sucede completamente lo contrario, generando imprecisión a la marcha de la pieza.
Esta nueva referencia posee entonces la cualidad de exhibir: horas, minutos, pequeño segundero e indicación de la reserva de marcha, garantizada hasta por 50 horas. Igualmente, cuenta con 222 piezas que, sumadas a los 575 componentes de la cadena, totalizan 797, sumatoria autorizada por el COSC en términos de cronometría. Finalmente la estética presenta un estilo muy vintage inspirado de la relojería de museo de Zenith: 45 milímetros de diámetro es la extensión total de la caja de oro rosa de 18 quilates, mientras que el cristal de zafiro –por ambos lados– protege a una carátula –aperturada– que deja apreciar los puentes de la transmisión de cadena en la parte superior de la misma. La edición está limitada a 150 piezas, número coincidente con el aniversario de la marca.