En 1972 se lanza por vez primera el modelo más representativo de la relojería contemporánea por parte de la Casa con sede en Le Brassus. Aquel instrumento trazado por Gérald Genta –en códigos de diseño– se convirtió en un icono inmediato, más cuando se le dio un valor superior al reloj de acero, motivando a los entusiastas a favorecer la creación del movimiento en una caja finamente desarrollada con acabados de Alta Relojería.
Los siguientes pasos contemplaron la inclusión de complicaciones y el nacimiento del Royal Oak Offshore, con dimensiones superiores y una robustez adelantada a su tiempo, no obstante dentro de la línea Royal Oak el cronógrafo llegó en 1997.
Esta complicación de reloj deportivo ha cobrado mucha fuerza en el mercado, ya que permite a quien lo porta manipular sus funciones y ser capaz de accionar elementos mecánicos que funcionan de la manera más precisa para entregar un resultado: el tiempo que transcurre durante un fenómeno específico.
Este año se cumplen dos décadas de aquel primer Royal Oak con movimiento de cronógrafo, y se celebran con la inclusión de carátulas doble tono que incorporan elementos sutiles, frescos y elegantes: los contadores del crono lucen de mayores dimensiones, los índices de las horas son más cortos y anchos, se incrementa el revestimiento luminiscente para mejorar la legibilidad en cualquier situación de luz y la ventanilla de la fecha aparece a la altura de las 4:30 horas.
Coronando la ecuación, cuatro versiones en oro rosa que están disponibles con una correa a juego, brazalete del mismo material o piel de aligátor, y con la posibilidad de escoger entre una carátula marrón o azul con motivo “Gran Tapicería”. Mientras que las referencias en acero ofrecen la capacidad de seleccionar entre diales negro, plateado o azul con motivo “Gran Tapicería”.
Al interior el total de las referencias montan el calibre 2385 de manufactura, con carga automática y a 3 Hz con 40 horas de autonomía garantizadas. La caja se extiende hasta los 41 milímetros y está probada para resistir hasta 50 metros de profundidad contra el agua, o su equivalente en presión.
