Si existiera una segunda casa para la Grande Maison esa sería Venecia, y es que el arte de la relojería se liga directamente con la ciudad que le ha ganado el corazón a la UNESCO gracias a su centro histórico, pero que también recibe año con año a uno de los festivales de cine más importantes del planeta, del cual Jaeger-LeCoultre es algo más que socio, quisiera decir que es su guardián.
Así pues, JLC se comprometió con la Scuola Grande di San Rocco a fin de preservar el edificio y las pinturas de Tintoretto, un artista pionero en la decoración de murales y techos arquitectónicos. Con sus profusas donaciones a la Scuola Grande di San Rocco, Jaeger-LeCoultre contribuye a un proyecto de reparación de tres años a fin de garantizar la vida de este monumento cultural de Venecia, arropado por las bellas creaciones de Tintoretto.
Jaeger-LeCoultre ha deseado reforzar sus vínculos con la ciudad de los Dogos a través de nuevas donaciones destinadas a valorizar un lugar único dedicado al arte. Asimismo, Venecia y Jaeger empatan los valores de compromiso, cultura, saber hacer e historia, estando siempre ligados a la propagación del arte en beneficio de la humanidad misma. Así pues, este 9 de mayo la Scuola y Jaeger-LeCoultre unen fuerzas para exhibir al público las grandes obras atesoradas en este palacio de la humanidad, realizando tours guiados de 10:00 – 16:30 h, en donde los visitantes podrán descubrir las obras gracias a un sistema de iluminación de última generación a base de LED´s en la Sala Dell´Allbergo, mientras que en la Sala Capitolare se podrán admirar los hermosos mármoles de la edificación, así como las estatuas de Girolamo Campagna.