Pasión, emoción, adrenalina y una cobertura mediática espectacular, se suscitaron en la última fecha del Porsche SuperCup, que se lleva a cabo a la par de la F1 y en el mismo circuito. Y, a pesar de su condición como piloto amateur, Patrick Dempsey jamás se quebró, y pudo imprimir un excelente ritmo en la pista alemana al tiempo de portar un emblemático Monaco reedición de aquel primero que utilizara Steve McQueen en 1970 durante el rodaje de LeMans.
La competencia es una excelente oportunidad para llevar al límite el Grand Touring de Porche, el flamante 911 GT3, un automotor de leyenda que refuerza el espíritu de competencia Avant-Garde de la Casa relojera con sede en La Chaux -de- Fonds, Suiza.
Finalmente, la coincidencia con el Gran Premio de Fórmula 1, trajo consigo el encuentro entre Jenson Button y Patrick, par de Embajadores de vanguardia, intrépidos, campeones y excepcionales caballeros dentro de la pista.