La compañía de relojería suiza no adiciona a Embajadores regulares, tienen que ser extremos, precisos y confiables en la disciplina que desempeñen.
BALL Watch siente predilección por los seres humanos más atrevidos del planeta, que ponen a prueba los talentos y tolerancias humanas en cada momento. En esta ocasión Danny Thompson lo tiene –básicamente– todo, pues fue un piloto de motocicleta, de automovilismo y –recientemente– ha roto récords en los desiertos de sal de Bonneville en Utah, siguiendo los pasos de su padre Mickey, quien falleció trágicamente en 1988.
Tras ver frustrado el sueño de su progenitor, Danny decidió ir tras el sueño familiar y completó el vehículo con el cual Mickey Thompson habría de buscar el récord de velocidad en el desierto de sal.
El pasado 13 de agosto se completó la proeza y el Challenger 2 alcanzó 411,191 millas por hora en su primer intento y 402,348 mph en la vuelta para un registro promedio de más de 650 kilómetros por hora.
«¿Qué se necesita para rebasar las 400 millas por hora sobre un desierto de sal? Determinación, agallas y ambición, depende de qué tanto lo desees»: Danny Thompson.