Un reloj que no necesita explicación, tan sencillo como lo es la necesidad de conocer el tiempo, es decir, si lo que buscamos es llegar a nuestro destino de manera puntual, no meternos en problemas ni en complicaciones relojeras o, incluso, deseamos dar una pieza para algún familiar, Frédérique Constant nos entrega una propuesta fresca, sólida y de producto fácil de manipular, de ver y –también– de comprar.
Horas, minutos, segundos y fechador, y también cuatro son las referencias a las cuales nos referimos, y todas ellas son animadas por el calibre FC-303, que late a 4 Hz y entrega 28,800 alternancias por hora como frecuencia ¿Nada mal eh? Asimismo, las configuraciones para hombre se presentan en cajas y brazaletes de acero, acero y oro amarillo con terminados pulidos, esto en caja de 40 milímetros, mientras que para la mujer se utiliza un diámetro de 27.5 mm con carátulas madreperla.
Sin duda Frédérique Constant estará en las vitrinas exhibiendo este tipo de pieza, que resulta ideal para regalo de fin de año, compra personal o para conmemorar un momento significativo.