La belleza en un auto clásico es casi imposible de empatar, y es por ello que se conecta con la relojería a la misma velocidad y bajo el mismo principio: mecánica al servicio de la movilidad. Sí estimado lector, el tiempo es un fenómeno que regula cada actividad realizada por el hombre, y así lo hemos definido, como un parámetro o una medida que determina nuestros ciclos, así como los del planeta y sus estaciones, meteorologías etc.
Frédérique Constant revivió a una leyenda del motor y realizó un ejemplar que lleva por nombre Healey Chronograph, y que además porta los colores y la estética vintage de un bólido conocido como NOJ 393 Healey, un Austin Healey construido del 53 al 55, y que porta toda la esencia de las pistas en su carrocería, motor y ADN.
A partir de esta inspiración, el modelo de cronógrafo FC-397HS5B6 es una pieza de cronometría bellísima, que está cargada de historia. Al interior late un motor/movimiento mecánico automático con cronógrafo, indica las horas, minutos y segundos de manera excepcional y pura, al tiempo que los totalizadores de la pieza destacan la conexión con el «Healey», un modelo que fue prácticamente destruido durante su participación en las 24 Horas de Le Mans. Finalmente debemos destacar que al comprar una pieza de estas características, el reloj será entregado con una réplica del vehículo mencionado, un auto de colección que cobra nuevamente vida a través del tiempo y de su elección.