Leemos Breitling y lo asociamos con el aire, con su escuadrón de vuelo y con su línea de «motores» dedicada a la elegante armadora inglesa, Bentley. Pero debemos pensar más allá, tal como lo hizo Scott Carpenter en 1962 al interior de su cápsula completando tres órbitas (vueltas) alrededor de la Tierra, viaje interespacial que impulsó a Breitling a dotar al Teniente con un instrumento cronógrafo sujeto a su muñeca y, que actualmente reinterpreta su diseño al exhibir una caja de 43 mm fabricada en acero ennegrecido mediante un proceso carbónico en edición limitada a 1,000 piezas.
Navitimer Cosmonaute Blacksteel
Dotado de un movimiento de cronógrafo de manufactura (B02) con certificado de cronometría COSC, la novedosa pieza rinde un homenaje a la oscuridad del espacio y a la estratósfera, al tiempo que se apega al diseño y trazos originales. Equipado con función de horas, minutos y segundos, el cronógrafo nos brinda la posibilidad de efectuar todas las mediciones relacionadas con la navegación aérea a partir de su regla de cálculo.