Desde su creación en 1983, G-Shock ha estado en un constante cambio evolutivo en el que la precisión y la resistencia han sido sus armas letales contra el tiempo.
Al día de hoy, han pasado 35 años en el mundo de la relojería de la firma japonesa en los que la innovación en términos de diseño, materiales y funcionalidad se han destacado en cada uno de sus productos relojeros.
Las grandes hazañas coinciden en tiempo y espacio, es por ello que G-Shock se complace en festejar sus 35 años con la aparición de su primer G-Shock y el estreno del Episodio VI de Star Wars, El Regreso del Jedi. Dos lanzamientos que impactaron al mundo y que hasta el momento se siguen recordando.
El primer modelo lanzado por la firma japonesa, se caracterizaba por tener una pantalla digital hecha con uretano, material que desde ese entonces se ha catalogado como uno de los más resistentes.
En 1989, se presentó el primer modelo análogo de G-Shock, el AW-500. Este reloj representaba la evolución de la relojería al cambiar los dígitos por manecillas. Un cambio que comenzó a llamar la atención de todos los seguidores de la puntualidad y de la tecnología.
Un par de años después, en 1992, G-Shock volvió a innovar sus modelos relojeros al presentar un sistema de sensores miniatura en sus funciones más importantes. Posteriormente, llegó el estilo urbano que de Snoop Dog y con él, los relojes de colores que se diferenciaban por su diseño llamativo. El W5600C, descendiente directo del DW-5000C, eran los favoritos por todo el público seguidor de la marca.
A finales de los 90, G -SHOCK incorporó la tecnología Tough Solar al modelo DW-9300J, un mecanismo capaz de detectar la luz solar y almacenar energía a través de un panel solar en la pantalla.
En el 2001, se lanzó el primer modelo con radiofrecuencia con horas exactas, el Antman GW1000 que se recargaba mediante energía solar. Sin embargo, la evolución relojera no termina, pues el último lanzamiento añade un sistema análogo con Bluetooth y la historia todavía continúa…