Tudor ha impulsado –en tiempos recientes– un posicionamiento de marca acelerado, buscando recuperar los orígenes de sus líneas y haciendo uso de sus referencias históricas para revivir la pasión por la relojería mecánica. Éste, en lo particular, recibió el reconocimiento a Revival Prize por el GPHG en 2013, hablamos de su emblemático Black Bay, al que entregamos el #Hashtag debido a su estética, fiel al modelo original pero dotada de la técnica, materiales e innovaciones del siglo XXI.
Fue en 1954 cuando la línea vio la luz, y disfrutó de la esencia de un reloj de buceo llamado Submariner: índices perfectamente legibles, bisel unidireccional, strap altamente funcional y hermeticidad superior, hasta 200 metros. Así pues, hace un par de años que la marca revivió su modelo icónico, pero lo hizo dotándolo tecnología luminosa, agujas copo de nieve, correa de trama de hilo, piel envejecida o brazalete. Asimismo, la tercer entrega de Black Bay presenta un monocromático oscuro de suma elegancia, que se suma a los colores cálidos del burdeos y azul glaciar. La pieza está animada por el confiable 2824, que late a frecuencia de 4 Hz durante –al menos– 38 horas de autonomía para la indicación de las horas, minutos y segundos.
Y si bien, amplificamos la cobertura de #Blackbay, la colección completa ya está en nuestro país, por lo que Pelagos, Fastrider, la línea Heritage y North Flag están listas para usted, y a un solo CLICK.