La serpiente ha sido objeto de admiración e inspiración desde la antigua Roma, en donde joyas con forma de este reptil eran usadas como amuletos de buena suerte. En la India y en China se le asociaba con la creación, fertilidad e inmortalidad.
Gracias a su capacidad para renovarse cambiando de piel, permanecer en contacto con la tierra y al mismo tiempo elevarse sobre esta, enroscándose seductoramente o derrotando a los predadores que la amenazan, ha alimentado mitos y leyendas inspirando a artistas de distintas ramas. En los años cuarenta Bvlgari sucumbió a sus encantos y lo llevó a su joyería, que a lo largo del tiempo la ha mantenido, dándole vida de diferentes maneras.
Para rendirle homenaje, se lleva a cabo del 10 de marzo al 10 de abril, la exhibición SERPENTIFORM en el Museo de Roma-Palazzo Braschi, promovida por la Superintendencia del Capitolio para el Patrimonio Cultural y diseñada por Bvlgari con el apoyo organizativo del Proyecto Cultural Zetema. La muestra contó con la curaduría de Lucia Boscaini, Curadora del Archivo Histórico y Patrimonio de Bvlgari y por el Departamento de Patrimonio de la Maison.
Los asistentes podrán admirar desde las joyas antiguas – en préstamo por el Museo Arqueológico de Nápoles y Pompeya-, pasando por creaciones Serpenti del Archivo Histórico de Bvlgari, obras de arte contemporáneo, fotografías e ilustraciones, atuendos vintage, vestuario de teatro y cine, y objetos de diseño.
Jean-Christophe Babin, CEO de la firma, mencionó: «SerpentiForm es un tributo a un símbolo particularmente evocador que está profundamente ligado a las raíces griegas y romanas de la Maison. La exposición es también una oportunidad para iniciar una discusión
estimulante: la joyería, una expresión del sentido estético y de las tendencias de la época, a menudo se inspira en el arte porque comparte con él la atención al detalle y la necesidad de dar forma a la materia para darle una nueva silueta y una nueva vida».