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cómo un maestro de repetición a minutos lucía tan joven que era imposible creer que fuera experto en este departamento.
La vida del PP6
Con cada movimiento de material, producción, logística, cuidado al máximo y mejorado día con día, los relojes dejan de ser solo un objeto para pasar a ser un
conjunto de obras de arte que trabajan al unísono para mover manecillas y registrar el paso del tiempo. Cada pieza podría estar en un museo por el nivel de acabado; sería el museo de algunas microscópicas obras de arte
y otras piezas que es difícil entender cómo las realizan expertos, tal como los trabajos de marquetería
o esmalte.
¿Un gong, dos martillos, la hora? Aquí el oído experto está en la gloria de los repetidores de minutos, sin duda, especialidad de la Casa. Así como en estos relojes, también existen los expertos en otras complicaciones y, ahora, trabajan todos los días para ver hacia delante en el área de “Advanced Research”.
Caminar por los pasillos es descubrir, detrás de cada vidrio, un área experta en algún proceso. Es sentir el silencio hasta en los pasos que se dan; es mirar con la luz más natural y blanca posible, y con las lámparas más efi- cientes para los microterminados. Al trabajar, cada má- quina parece estar dentro de una caja, sin emitir sonido alguno. Es un mundo maravilloso donde se encuentra la paz de la creación relojera, la más alta exigencia en to- lerancias, la gran planeación y estrategia de producción de partes por separado que llegarán de manera exacta y cronométrica a su reloj correspondiente.
Un comedor que sirve más de 800 comidas diarias se encuentra en el piso superior, donde se domina una gran vista a los lados; un lugar donde las palabras sí se escuchan, las conversaciones son vivas y se percibe el matiz humano único en la convivencia.
Las claves de producción
Al sentarme en el banco de un relojero, ponerme una lupa del mismo cristal de mis lentes, verme en bata, sentir el pequeño taladro pulidor, y con una mano tomar un puente para hacer el terminado de los bordes, es como se entiende el nivel de detalle y dificultad y, finalmente, como se aprecia la maestría de los relojeros. Parece tan común en PP6 este proceso artesanal para quien lo realiza a diario; sin embargo, se comprende tal dificultad al tratar uno de hacerlo y entender cómo es que ese concierto de piezas actúa al unísono del tiempo, de manera exacta y acabadas en todos sus lados.
Una visita así marca la manera en que se ve la producción de un reloj suizo de la más alta calidad, cómo se desarrolla y, francamente, no se alcanza a entender cómo es que la coordinación magnífica entre todas las áreas de producción converge en la gran gama de relojes de la Manufactura.
De regalo, también podemos encontrar en un cuarto semioscuro, los archivos de la Manufactura, los libros de todos los relojes entregados, un tesoro sin igual. Esto
es PP6: tecnología, artesanía, historia, lo sorprendente de Patek Philippe y la forma de producir sus relojes, patentes, oficios, complicaciones y conceptos nuevos.
Guillermo Lira
Al mismo tiempo que al microscopio, largas barras de metal son trabajadas por grandes máquinas de corte, para reducirlas y poder trabajar con ellas.
Los libros históricos de registro de cada reloj entregado son resguardados en un “bunker” especial, a temperatura y luz específicas.
WATCHES WORLD 31