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permite combinarla con un embrague horizontal o vertical para conectar y desconectar el mecanismo de cronógrafo. Con un embrague vertical, es posible que los dientes no se engranen a la perfección, por lo que el cronometraje puede no ser tan preciso. El embrague vertical resuelve este problema porque permite que el tren de engranajes esté constantemente engranado.
La rueda de pilares dominó en la relojería de principios del siglo XX, hasta que, en 1937, Dubois- Dépraz introdujo un sistema de levas y palancas más fácil de producir. En efecto, la rueda de pilares es
más compleja y costosa de fabricar, pues, aunque algunas de sus piezas pueden mecanizarse, deben refinarse a mano para eliminar las rebabas y asegurarse de que cumplen con las tolerancias. Por ello, es más común en las piezas de Alta Relojería de Casas como Patek Philippe, Vacheron Constantin, Zenith y otras, aunque hay firmas más asequibles que la usan,
como Longines.
El uso de la rueda de pilares es un símbolo de estatus relojero, pero no es abrumadoramente superior al sistema de levas y palancas. Una gran diferencia es la sensación de suavidad al presionar los pulsadores de un cronógrafo de rueda de pilares, que algunos relacionan con su mayor precisión. En eso sí gana, al igual que
en la tradición y en la excelencia de su fabricación. Si usted es fanático de los buenos cronógrafos, uno con mecanismo de rueda de pilares debe estar
en su colección.
Alberto Gutiérrez
El calibre El Primero 3604 automático de Zenith usa rueda de pilares, como la marca lo ha hecho desde 1969.
El calibre 3200 manual con rueda de pilares de Vacheron Constantin equipa el Traditionnelle Tourbillon Chronograph.
En el nuevo TAG Heuer Carrera Red Dial Limited Edition, la rueda de pilares del calibre Heuer 02 automático es de color rojo.
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